La autopsia reveló que el cantante había consumido alcohol, cocaína y un antidepresivo

A los 31 años, Liam Payne cayó por un balcón y murió tras el impacto.

Ocurrió el pasado 16 de octubre en Buenos Aires, Argentina.

El cantante se encontraba alojado en un conocido hotel y, tal y como ha revelado la autopsia, había consumido alcohol y drogas en las horas previas al fallecimiento.

También tomó un antidepresivo legal.

Los problemas del cantante con las drogas eran más que conocidos.

Él mismo hablo del tema en alguna ocasión y estuvo en tratamiento para dejar atrás aquella mala vida.

No lo consiguió. El mes pasado, tras caer desde un tercer piso, perdió la vida. La noticia supuso un shock a nivel mundial.

Tras realizarse la autopsia y las investigaciones pertinentes, se ha detenido a tres sospechosos.

Uno de ellos es Rogelio Luis Nores, de 36 años y con residencia en Boulogne.

Tal y como publica Infobae, prestaba “servicios de asesoramiento, dirección y gestión empresarial” al artista. Es decir, era la mano derecha de Liam.

“Fue imputado como autor del delito de abandono de persona seguido de muerte, en concurso ideal con suministro y facilitación de estupefacientes”, explican desde el citado medio.

El resto de acusados pertenecen al equipo de trabajadores del hotel.

Liam Payne

Son dos y podrían haberle facilitado drogas al cantante en las horas previas a su muerte.

Al parecer, la policía ha revisado todas las cámaras de seguridad del hotel y hay pruebas de ello.

También concluyen que “Payne no adoptó una postura refleja para protegerse del impacto, lo que sugiere que pudo haber estado en un estado de semi o total inconsciencia”.