Tras dos ediciones de ausencia en los Juegos Olímpicos, los Borbón se han volcado con los de París. En 2016 no viajaron a Río debido a la falta de la formación de gobierno en un “verano atípico”, tal como describió el Rey, y en 2021 la pandemia impidió que estuvieran en las competiciones de Tokio. Conscientes de ello, don Felipe y doña Letizia lo están dando todo en estos Juegos, siendo la familia real que más presencia está teniendo en la capital francesa.

El monarca ya comentó, días antes de su arranque, que se iban a dividir para intentar estar en el máximo de competiciones posibles. Y así lo están haciendo. Fueron los Reyes los que asistieron a la cena que ofreció el Comité Olímpico Español antes de la inauguración de los Juegos, a la que tampoco faltaron. Al día siguiente, cuando dieron el pistoletazo los encuentros deportivos, Leonor y Sofía llegaban a París y allí estuvieron cuatro días, disfrutando de varios eventos.

Ahora es la Reina la que ese encuentra en la capital francesa, y don Felipe le tomará relevo este domingo, tras cumplir con sus compromisos en Palma de Mallorca. Doña Sofía será la encargada de representar a la familia real española en los últimos días de competición, asistiendo al acto oficial de clausura.

No hay ninguna otra casa real que haya estado presente en tantas competiciones como la española. Muchos miembros de otras familias reales abandonaron París el día después de la inauguración de los juegos. Es el caso de Felipe y Matilde de los belgas, o Alberto y Charlène de Mónaco. Los holandeses, representados por el rey Guillermo Alejandro, Máxima, y sus dos hijas mayores, Amalia y Alexia, sí estuvieron en las cuatro primeras jornadas, pero en la actualidad ya se encuentran en Grecia, retomando sus vacaciones de verano.

La reina Letizia animando a Alcaraz en su encuentro con Paul. (EFE)
En cuanto a los nórdicos, Federico y Mary no faltaron al pistoletazo de salida de los Juegos, pero al día siguiente se esfumaron. La australiana regresó el martes en solitario, y ha estado asistiendo a diversos encuentros, y el rey volvió este jueves y también se le ha visto en algún que otro partido, aunque cada uno por su lado. De la familia real de Noruega y la de Suecia todavía, en el que es el séptimo día de competición, no ha acudido ningún miembro para apoyar a sus respectivos equipos olímpicos.

La amplia presencia de los royals españoles en París está teniendo una gran repercusión en sus redes sociales, sobre todo en su cuenta de Instagram, que se estrenó el 20 de junio, un día después del décimo aniversario de la proclamación de Felipe VI. Durante las primeras semanas de su existencia se criticó el poco uso que se hacía de la cuenta, y su extrema institucionalidad, algo que han podido cambiar gracias a los Juegos Olímpicos.

Esa metamorfosis empezó el mismo día de la inauguración, cuando compartieron con el mundo un selfie que se tomaron los Reyes durante la ceremonia, y que corrió como la pólvora por las redes sociales. Y continuó dando contenido menos institucional con la llegada de la princesa Leonor y la infanta Sofía a París, con numerosos reels e imágenes más informales.

Para conocer más sobre este cambio en sus redes sociales, en Vanitatis hemos hablado con Sergio Magán, consultor Marketing Digital y experto en Instagram. “El perfil de la Casa Real, a rasgos generales, comenzó como otro perfil más puramente institucional, aunque estas últimas semanas, aprovechándose primero del tirón de la Eurocopa y ahora de los JJOO, ha cambiado el tipo de comunicación, apelando más a las emociones. Ha dejado de compartir fotos de asistencia a actos de la familia real, realizadas por fotógrafos profesionales, y ha comenzado a hacer reels, selfies y compartir momentos más personales, que es un contenido mucho más acorde con lo que triunfa en Instagram, tanto a nivel estético como a nivel de alcance”, explica.

Para Magán, “por su propia naturaleza, a las casas reales les suele costar mucho adaptarse e incorporarse a las últimas tendencias en comunicación en redes sociales, si bien es cierto que para lograr acercarse a la ciudadanía y dar una imagen de una monarquía moderna al final acaban haciéndolo. No debemos olvidar que Instagram salió a la luz en octubre de 2010 y la Casa Real abrió el perfil en junio de 2024”.

Haciendo un análisis de la cuenta, el experto asegura: “La frecuencia de publicación es la adecuada, ya que comparte contenido casi a diario tanto en su feed como en stories y utiliza los hashtags y geolocalización correctamente. A nivel técnico, podemos decir que está haciendo un buen uso de los reels. Sobre todo suben un contenido fresco, no demasiado editado, pero profesional, lo que hace que no pierda la frescura que requiere esta red social”.

Las publicaciones del Instagram de Casa Real tienen un gran éxito. “Obtienen millones de visualizaciones y eso les ayuda a conseguir nuevos seguidores y a generar un vínculo emocional con las personas que ya los siguen. Al ser Instagram la red social favorita de la generación Z, es normal que aprovechen este hecho compartiendo mucho contenido de Leonor y Sofia. Esto les ayuda también a llegar a un público al que difícilmente llegarían con otros canales de comunicación”.

Por ponerles un ‘pero’, Sergio Magán considera que “podrían mejorar un poco la descripción de su perfil, hacerlo más personal, ya que es demasiado formal, lo que impide que cree lazos emocionales con su comunidad”.

Pero reconoce el buen trabajo que se está llevando a cabo, al igual que lo hace Alba G. Salas, community manager de Vanitatis, quien asegura que “la cuenta de Casa Real ha dado un cambio muy importante en estos Juegos Olímpicos. Han conseguido darle un vuelco con un contenido muchísimo más natural y más fresco. Esto es un poco lo que se esperaba en un inicio de ellos y es justo lo que hemos podido ver estos días”.