AYUSO CALLA LA BOCA A PEDRO SÁNCHEZ Y A IRENE MONTERO POR 8M Y ESCÁNDALO POR RODRI Y MORATA | HO

Irene Montero condena el “poder autoritario” de Ayuso por llamar a Sánchez  “hombre blandengue”

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, ha vuelto a generar revuelo político al lanzar una serie de críticas directas contra el Gobierno de Pedro Sánchez y la exministra de Igualdad, Irene Montero, en el marco del Día Internacional de la Mujer (8M).

Durante una intervención en la Asamblea de Madrid, Ayuso aprovechó la ocasión para felicitar el día a todos los presentes y, de paso, dejar en evidencia lo que considera un doble discurso de la izquierda en torno al feminismo y la corrupción.

El 8M y la izquierda en silencioEn su discurso, Ayuso no solo felicitó el 8M, sino que también criticó la actitud de la izquierda, acusándola de haber pasado “de puntillas” sobre este día. Según la presidenta madrileña, este año el feminismo ha quedado relegado en la agenda política de la izquierda debido a los numerosos escándalos que afectan a figuras como el exministro José Luis Ábalos y su relación con el caso Koldo.

“Este año se han dado cuenta de que la izquierda ni una palabra. De puntillas hemos pasado, claro. A ver por qué caso vamos… ¿El de Errejón? ¿El de Ábalos? Porque para contratar sobrinas en empresas públicas o estudiantes de odontología en empresas de obras públicas sí que están listos,” ironizó Ayuso en su intervención.

Ayuso también atacó la falta de crítica dentro del sector progresista a ciertos casos de acoso y abuso que han salpicado a figuras cercanas a Podemos y al PSOE. Hizo referencia a Juan Carlos Monedero y las acusaciones en su contra por conductas inapropiadas durante manifestaciones feministas. Para Ayuso, el feminismo de la izquierda es solo una herramienta política cuando les conviene, mientras que en otros momentos prefieren guardar silencio.

La televisión pública y la manipulación mediáticaOtro de los puntos que Isabel Díaz Ayuso no dejó pasar fue el papel de Televisión Española, a la que acusó de actuar como un medio de propaganda del Gobierno de Sánchez. La presidenta madrileña comparó la cadena pública con los medios controlados por regímenes como el de Venezuela, asegurando que el uso de la televisión estatal para proteger la imagen del presidente y su partido ha alcanzado niveles preocupantes.

“La televisión española que pagamos todos los españoles cada vez se parece más a la televisión de Caracas, a Telesur, la televisión dedicada a Nicolás Maduro. Sabemos que en los medios de comunicación que están pagados con publicidad institucional se le critica poco a Sánchez, pero es que ya directamente la cadena pública hace auténticas desfachateces”, denunció Ayuso.

Estas declaraciones llegan en un momento en el que TVE ha sido cuestionada por la falta de pluralidad en su programación y por su supuesta parcialidad a la hora de abordar ciertos temas políticos. En los últimos meses, diferentes asociaciones han denunciado que el ente público opera bajo una línea editorial claramente favorable al Gobierno.

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El escándalo de Rodri y Morata: una polémica innecesariaEn el ámbito deportivo, un nuevo episodio ha encendido las redes sociales y ha despertado una inesperada controversia política. Durante la celebración de la victoria de la selección española en la Eurocopa, los futbolistas Rodri y Álvaro Morata protagonizaron un momento que ha sido calificado de “diplomáticamente problemático”. Al micrófono, y en un tono claramente festivo, exclamaron: “¡Gibraltar español!”.

Las reacciones no tardaron en llegar, y desde ciertos sectores políticos y mediáticos se exigieron sanciones para los jugadores. Incluso en el programa de debate matutino de Televisión Española, se discutió si debía abrirse una investigación disciplinaria contra los futbolistas por haber hecho una declaración con potencial impacto en las relaciones internacionales de España con Reino Unido.

En el debate, se argumentó que, al ser jugadores que representan a la selección nacional, sus declaraciones podrían ser interpretadas como un posicionamiento oficial, lo que generó una controversia sobre los límites entre el deporte y la política.

“Si el fútbol es fútbol, no hay que mezclarlo con la política, lo mismo pasa con Eurovisión”, comentó uno de los tertulianos del programa, equiparando la situación con sanciones impuestas en otros contextos culturales y deportivos.

Sin embargo, la mayoría de los aficionados consideraron esta polémica como una exageración. Muchos defendieron que los jugadores, fuera del terreno de juego, tienen el mismo derecho a la libertad de expresión que cualquier ciudadano. Además, algunos expertos jurídicos descartaron la posibilidad de una sanción disciplinaria, argumentando que no hay fundamento legal para castigar un comentario realizado en un contexto festivo y ajeno a una competición oficial.

La reacción de la derecha ante el escándaloLa derecha política no tardó en aprovechar la polémica para señalar lo que consideran una hipocresía de la izquierda en el manejo del discurso público. Varios dirigentes del Partido Popular y Vox han criticado duramente la idea de sancionar a Rodri y Morata, calificándola de un intento más de censura promovido por sectores progresistas.

Ayuso, fiel a su estilo directo, también se pronunció al respecto, asegurando que España tiene problemas mucho más graves que perseguir a dos futbolistas por un comentario en una celebración. “De verdad, si lo más grave que ha pasado esta semana en España es que dos chavales dijeron ‘Gibraltar español’ en una fiesta, es que estamos muy bien”, ironizó la presidenta madrileña.

La comparación con otros casos también ha dado de qué hablar. Se recordó cómo en otras ocasiones, figuras del deporte han hecho declaraciones de índole política sin recibir el mismo nivel de condena mediática. Por ejemplo, cuando el jugador turco Cenk Tosun hizo gestos nacionalistas en un partido internacional, la repercusión fue mucho menor.

El 8M, la crisis política y la agenda mediáticaLa conjunción del 8M con estos recientes escándalos mediáticos ha generado un ambiente político tenso. Mientras Ayuso sigue denunciando lo que considera un uso interesado del feminismo por parte de la izquierda, el Gobierno de Sánchez intenta esquivar las críticas y centrar la atención en otros temas. Sin embargo, con casos de corrupción aún sin resolver y una evidente crisis de credibilidad en el feminismo institucional, las respuestas de Montero y otros dirigentes de Podemos y el PSOE han sido más bien tibias.

El intento de disciplinar a Rodri y Morata ha servido, en parte, como una cortina de humo para desviar la atención de estos problemas más graves. Pero como han señalado varios analistas, este tipo de estrategias no funcionan por mucho tiempo. La indignación de la sociedad no se puede apagar con polémicas artificiales, y el malestar con el Gobierno sigue en aumento.

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