El escenario político español siempre ha sido un hervidero de tensiones entre el gobierno y las instituciones del Estado.

Sin embargo, lo que ha ocurrido durante la celebración del Día de la Hispanidad de este año ha dejado a muchos boquiabiertos.

La supuesta “humillación” a la que fue sometido Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, por el Rey Felipe VI y la princesa Leonor, no solo ha desatado una ola de comentarios en redes sociales, sino que también ha levantado interrogantes sobre la relación entre la monarquía y el Ejecutivo en España.

Aunque este episodio no ha sido cubierto por los medios tradicionales de manera destacada, se ha convertido en un tema de debate en varios espacios alternativos, generando teorías sobre lo que realmente ocurrió.

El momento más comentado del Día de la Hispanidad

Durante el tradicional desfile del Día de la Hispanidad, Felipe VI, junto a su hija, la princesa Leonor, y Pedro Sánchez, compartieron protagonismo en el evento.

Sin embargo, según el análisis de varios observadores, lo que parecía ser un momento protocolario habitual se transformó en una situación tensa cuando la princesa Leonor, supuestamente, mostró un gesto de desagrado hacia el presidente del Gobierno.

En uno de los vídeos difundidos, se puede ver cómo Pedro Sánchez se acerca a la princesa Leonor y al Rey Felipe VI con las manos detrás de la espalda.

La reacción de Leonor, según estos reportes, fue mirar al presidente de forma incómoda y luego darse la vuelta para dirigirse a su padre, quien también giró su cuerpo, dejando a Sánchez “en el aire”, sin interacción directa ni gesto protocolario claro.

Para muchos, esta acción fue vista como una humillación pública y simbólica, una muestra de distanciamiento entre la familia real y el líder del Ejecutivo.

Este episodio, aunque no ampliamente cubierto por los medios convencionales, ha sido objeto de análisis en diversos canales de comunicación independientes y en las redes sociales.

En particular, la cuenta de Un Abogado Contra la Demagogia en YouTube, que se especializa en la crítica política y jurídica, calificó el acto como una “humillación soberana” y destacó que, aparentemente, tanto el Rey Felipe VI como la princesa Leonor no tienen simpatía por Sánchez.

Las implicaciones detrás del gesto

Para entender este supuesto distanciamiento entre la monarquía y el Gobierno, es importante recordar que las tensiones entre Felipe VI y Pedro Sánchez no son un secreto.

Diversos medios han sugerido en varias ocasiones que la relación entre ambos no es del todo fluida, especialmente tras la firma de la polémica ley de amnistía.

Esta ley, que fue una de las más discutidas en el último año, se percibió como un punto de fricción entre las instituciones del Estado y el Gobierno, con el Rey mostrando una postura de prudencia, mientras que el Ejecutivo avanzaba con la medida a pesar de las críticas.

Aunque es difícil confirmar si lo sucedido durante el desfile fue un gesto intencional o simplemente un malentendido protocolario, lo cierto es que las imágenes han sido interpretadas por algunos sectores como una señal clara de las distancias entre la monarquía y el actual presidente del Gobierno.

La ausencia de Begoña Gómez y las polémicas que rodean al Gobierno

Otro de los detalles que ha captado la atención fue la ausencia de Begoña Gómez, esposa de Pedro Sánchez, durante los actos del Día de la Hispanidad.

En años anteriores, Gómez había acompañado a su esposo en estos eventos, lo que hace que su ausencia sea aún más notoria este año.

Algunos medios han sugerido que esta decisión podría estar relacionada con las querellas y controversias judiciales que rodean al círculo cercano de Pedro Sánchez, incluido el llamado “caso Koldo”, en el que se investiga el posible cobro de comisiones ilegales en relación con un rescate financiero de 475 millones de euros a Europa.

Begoña Gómez ha sido mencionada en varias investigaciones periodísticas que sugieren que estuvo presente en reuniones clave con empresarios como Javier Hidalgo, CEO de Globalia, en momentos cruciales para la aprobación del rescate.

Este hecho ha añadido más leña al fuego de las teorías sobre una posible implicación de personas cercanas al Gobierno en operaciones de tráfico de influencias y corrupción.

El caso Koldo, en particular, ha llamado la atención debido a las acusaciones de que el exjefe de seguridad de Sánchez, junto con otros implicados, podría haber recibido comisiones de hasta 500.000 euros por facilitar el rescate de Europa.

Aunque las investigaciones siguen su curso, estos hechos han aumentado la presión sobre Pedro Sánchez y su entorno, en un momento en el que el desgaste político es más evidente que nunca.

El Partido Popular y su estrategia judicial

Mientras tanto, el Partido Popular (PP), principal partido de la oposición, ha decidido tomar cartas en el asunto y anunció recientemente su intención de presentar una querella contra el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) por financiación ilegal, cohecho y tráfico de influencias.

Esta querella parece ser parte de una estrategia más amplia del PP para atacar las supuestas irregularidades que rodean al Gobierno de Sánchez, en un intento por debilitarlo aún más de cara a las próximas elecciones.

Sin embargo, algunos sectores críticos han señalado que la querella del PP no menciona directamente a figuras clave como Begoña Gómez o el propio Pedro Sánchez, lo que ha generado sospechas sobre la verdadera efectividad de esta acción legal.

¿Está el PP utilizando estas querellas solo como una herramienta política sin profundizar realmente en las causas de la corrupción?

Algunos analistas sugieren que ambos partidos, tanto el PP como el PSOE, están envueltos en redes de corrupción, lo que hace que sus estrategias de ataque mutuo sean, en última instancia, ineficaces y meramente cosméticas.

La monarquía en el centro del debate

A pesar de que Felipe VI y la princesa Leonor se mantienen en una posición institucional que debería ser neutral, este tipo de situaciones pone a la monarquía en el centro del debate político.

Aunque no es la primera vez que se observan gestos de distancia entre la familia real y el Gobierno, el episodio durante el Día de la Hispanidad ha sido interpretado como un símbolo del creciente descontento entre las dos partes.

Por otro lado, el papel de la princesa Leonor en estos actos oficiales adquiere cada vez más relevancia.

La joven heredera al trono, que ya ha comenzado su formación militar en la Escuela Naval de Marín, está asumiendo más responsabilidades públicas, lo que también la sitúa en el foco de la atención mediática.

Su gesto hacia Pedro Sánchez ha sido interpretado por algunos como una muestra de carácter y de una postura que, aunque sutil, refleja las tensiones dentro del panorama político español.

Conclusión

El supuesto desplante a Pedro Sánchez por parte de Felipe VI y la princesa Leonor durante el Día de la Hispanidad ha dejado huella en el imaginario colectivo, especialmente en un momento en el que el Gobierno enfrenta crecientes desafíos tanto dentro como fuera de las instituciones. Aunque las interpretaciones de este incidente varían, lo cierto es que pone de relieve las frágiles relaciones entre la monarquía y el Ejecutivo, y cómo las tensiones políticas en España siguen moldeando el curso de los acontecimientos.

En un escenario donde las acusaciones de corrupción, los pleitos judiciales y las controversias rodean a las figuras públicas, este tipo de episodios solo refuerza la percepción de que España atraviesa un momento de gran inestabilidad institucional.

Solo el tiempo dirá si este incidente fue simplemente un malentendido o si refleja algo más profundo sobre el estado de la política y la monarquía en el país.

Mira el vídeo a continuación: