Piqué ACABA LLORANDO ANTE LA JUEZA en Juicio por las COMISIONES de la Supercopa y Shakira LO HUNDE | HO

Gerard Piqué rompe a llorar ante el juez, mientras Shakira factura

Gerard Piqué, exjugador del FC Barcelona y figura polémica en los últimos tiempos por asuntos extradeportivos, rompió a llorar frente a la jueza durante su reciente declaración judicial en Majadahonda, Madrid.

El futbolista afronta un proceso judicial por supuestas irregularidades en las millonarias comisiones obtenidas al trasladar la Supercopa de España a Arabia Saudí.

A diferencia del juicio que enfrentó anteriormente su expareja Shakira con la Hacienda española, el procedimiento contra Piqué no ha recibido tanta atención mediática, ni se han difundido imágenes internas del mismo. Sin embargo, sí han trascendido detalles clave de lo ocurrido, especialmente testimonios reveladores sobre su declaración.

La mañana del juicio, Gerard Piqué llegaba al juzgado con aparente tranquilidad, luciendo una bufanda alrededor del cuello, proyectando una imagen relajada que contrastaba drásticamente con lo que luego sucedería dentro de la sala. Medios presentes en el juzgado revelaron que, al finalizar su declaración ante la jueza, Piqué no pudo contener la presión emocional y estalló en lágrimas.

El exfutbolista solicitó permiso para dirigirse directamente a la jueza, aprovechando la oportunidad para expresar públicamente el estrés y sufrimiento emocional que asegura haber padecido desde que comenzó la investigación. “Llevo tres años con mucha presión y estoy sufriendo mucho”, confesó Piqué visiblemente afectado, según informan fuentes judiciales.

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Esta declaración sorprendente dejó perplejos a los presentes, mostrando una faceta emocional muy distinta a la habitual imagen fría y distante que suele ofrecer el exjugador ante la prensa.

Gerard Piqué enfrenta cargos por haber recibido, presuntamente, comisiones que ascienden a 40 millones de euros durante diez años (4 millones por año) por llevar la Supercopa española a Arabia Saudí mediante su empresa Cosmos. El futbolista aseguró reiteradamente que todo lo realizado fue legal y que las comisiones recibidas se ajustaban a los estándares habituales del mercado futbolístico.

De hecho, Piqué defendió la legitimidad de estos pagos, afirmando incluso que en otros países le habrían rendido tributo por lograr acuerdos tan beneficiosos para el fútbol nacional. “En otro país, me estarían poniendo una estatua”, fueron sus palabras literales, que levantaron polémica y críticas.

Estas afirmaciones no pasaron desapercibidas especialmente para los seguidores de Shakira, quienes recordaron inmediatamente que, a finales de 2023, la artista colombiana recibió una estatua gigantesca en Barranquilla, su ciudad natal, en reconocimiento a su carrera y aportes culturales.

Este paralelo suscitó comentarios irónicos en redes sociales, señalando que Piqué estaría intentando igualar públicamente los logros y reconocimientos obtenidos por la madre de sus hijos, Milan y Sasha, aunque ahora desde el ámbito judicial y comercial.

La jueza que dirige el caso expresó serias dudas sobre la legitimidad de estas comisiones, especialmente por las sospechas en torno a la estrecha relación que Piqué mantuvo con el expresidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, actualmente desacreditado públicamente.

Aunque hasta el momento no se ha demostrado ilegalidad en los pagos realizados a Piqué o desviaciones económicas hacia Rubiales, la investigación continúa activa.

En televisión, diversos expertos debatieron intensamente sobre la sinceridad y relevancia de las lágrimas de Piqué. Algunos señalaron que este gesto emocional sobraba en un juicio tan delicado y mediático, mientras otros defendieron al exjugador argumentando que no existe evidencia contundente sobre ilegalidades en su proceder comercial.

Sin embargo, la opinión pública se encuentra claramente dividida, especialmente porque aún resuena el reciente caso judicial contra Shakira por presunto fraude fiscal, donde el tratamiento mediático fue considerablemente más duro con la artista colombiana.

Durante la vista, Piqué presentó facturas justificativas de última hora, algo que llamó especialmente la atención de la jueza, quien cuestionó el motivo por el que estos documentos no habían sido aportados previamente. Este movimiento inesperado del exjugador generó aún más polémica y sospechas.

La fiscalía, por su parte, ha solicitado para Piqué una posible pena que podría oscilar entre seis meses y dos años de prisión en caso de demostrarse plenamente la existencia de delitos. Aunque Piqué continúa defendiendo su inocencia y la legalidad de sus acciones, las repercusiones legales y mediáticas están lejos de disiparse.

Esta situación, sumada al recuerdo de la complicada situación judicial vivida anteriormente por Shakira, ha creado una narrativa de contraste evidente, donde se cuestiona si la justicia y los medios españoles aplican criterios similares a ambas figuras públicas. Mientras que Shakira optó finalmente por pactar con Hacienda española para resolver su conflicto fiscal, el juicio contra Piqué sigue abierto y lleno de incertidumbres.

En resumen, las lágrimas de Gerard Piqué han añadido un nuevo capítulo emocional a un juicio que podría afectar considerablemente su reputación y futuro profesional.

Shakira, indirectamente involucrada en la opinión pública debido a su anterior conflicto fiscal, continúa siendo mencionada en comparación a cómo ambos casos han sido manejados por los medios españoles.

El desenlace de este juicio podría redefinir significativamente la imagen pública del exjugador catalán y su legado tanto en el fútbol como fuera de él.