El emérito desea regresar a España de manera definitiva y pretende hablar con su hijo sobre esta cuestión

El emérito vuelve a estar en el centro de la polémica.

Cuando creía haber saldado sus cuentas pendientes con la justicia, ahora son cinco magistrados del Supremo retirados, fiscales anticorrupción ya jubilados, los que pretenden imputar a Juan Carlos.

Piden que declare desde Abu Dabi porque consideran irregular la transacción de cinco millones que hizo el que fuera monarca para regularizar su situación con Hacienda.

A pesar del disgusto, Juan Carlos está tranquilo. A sus 86 años, parece que nada le sorprende.

No teme por las acusaciones contra su persona, pero sí está preocupado por el futuro de su hijo y la joven Leonor.

De ningún modo desea que sus problemas manchen la buena imagen que proyectan sus descendientes.

El esposo de doña Sofía es consciente de la buena labor que hacen Felipe y Leonor al frente la Corona.

Por ese motivo, no se plantea charlar con su hijo sobre un pronto regreso a España.

Está en sus planes regresar a nuestro país a la mayor brevedad, pero este último escándalo retrasará el traslado.

Juan Carlos I

“Estas informaciones dificultan el transcurso natural de una reconciliación definitiva con Felipe VI, y con ello posible estancia permanente del emérito en España…”

cuentan en Monarquía Confidencial, donde también aseguran que Juan Carlos no dará ningún paso sin antes consultarlo con el Rey de España.