BOCHORNO FINAL y DECLIVE de Terelu Campos en De Viernes por Carlo Costanzia padre HUNDE Telecinco | HO

La reciente emisión de De Viernes, el programa de Telecinco presentado por Santi Acosta, se ha convertido en un auténtico espectáculo dantesco que no deja indiferente a nadie. En esta ocasión, la protagonista de la noche fue Terelu Campos, quien compartió plató con Carlo Costanzia padre, marcando un encuentro que generó tanto morbo como incomodidad entre los espectadores. A pesar de los esfuerzos del programa por generar interés con esta trama, las audiencias han demostrado que el público está cada vez más cansado de este tipo de contenidos.

El programa arrancó con un encuentro frente a frente entre Terelu Campos y Carlo Costanzia padre. La tensión era palpable desde el primer momento, con ambos sentados en gradas opuestas, intercambiando miradas serias y gestos rígidos. Este inusual cara a cara pretendía ser un momento clave para unir dos familias aparentemente incompatibles, pero terminó siendo un espectáculo incómodo para los presentes y los espectadores.

Para aumentar el desconcierto, se abordaron temas íntimos de forma innecesaria. Terelu Campos sorprendió a todos al mencionar que lleva nueve años sin tener relaciones sexuales, una confesión que dejó a Carlo visiblemente incómodo. En un intento por romper el hielo, la presentadora pareció alejarse aún más de cualquier tipo de conexión natural con su consuegro. Este momento no solo generó un ambiente extraño en el plató, sino que también dio lugar a críticas por parte del público, que calificó el segmento como innecesariamente bochornoso.

Por otro lado, Carlo Costanzia padre no llegó al plató libre de polémicas. En las últimas semanas, su nombre ha estado vinculado a una causa judicial por tentativa de homicidio de sus hijos Pietro y Rocco, lo que añade un matiz oscuro a su participación en el programa. Aunque Carlo negó rotundamente cualquier implicación en el caso, atribuyendo los problemas a errores de traducción durante la investigación, este contexto dejó claro que su presencia en De Viernes estaba lejos de ser neutra.

A pesar de las tensiones personales, Carlo aprovechó la oportunidad para defender a Alejandra Rubio, hija de Terelu, quien actualmente está embarazada de su primer hijo con Carlo Costanzia hijo. Su intervención fue especialmente dura contra Alessandro Lequio, colaborador de Telecinco, a quien acusó de actitudes irrespetuosas hacia Alejandra durante su embarazo. Aunque este gesto fue visto como una muestra de apoyo hacia la joven, no logró desviar la atención de las críticas hacia su propio pasado y las controversias que rodean a su familia.

El programa no solo destacó por los enfrentamientos y las confesiones incómodas, sino también por lo que muchos consideran el agotamiento del público hacia la familia Campos. Durante años, Terelu Campos ha sido un rostro habitual de los platós de televisión, y su estilo, caracterizado por una mezcla de soberbia y aires de grandeza, ha generado tantos seguidores como detractores. Sin embargo, parece que el interés hacia su figura está llegando a un punto de saturación.

La inclusión de temas íntimos y personales en el programa, que en otros tiempos podrían haber captado la atención del público, ahora parecen pasar factura. Las críticas hacia Terelu no solo se centran en sus decisiones personales, sino también en su insistencia en vender su vida privada en televisión mientras pretende mantener una imagen de superioridad.

La estrategia de Telecinco de apostar por este tipo de contenidos tampoco está funcionando en términos de audiencia. De Viernes obtuvo un paupérrimo 10,5% de cuota, una de las cifras más bajas de las últimas semanas. A pesar de que la competencia de Antena 3, con La Voz, tampoco destacó especialmente (12,5%), quedó claro que el público prefirió otras alternativas antes que este espectáculo de confrontaciones familiares y momentos incómodos.

El declive de De Viernes refleja un problema más amplio en la programación de Telecinco, que parece seguir apostando por formatos y contenidos que ya no conectan con los espectadores. El público, cada vez más crítico con este tipo de espectáculos, ha dejado claro que no está dispuesto a seguir consumiendo dramas familiares forzados y momentos de mal gusto como los que se vieron en este programa.

El bochorno protagonizado por Terelu Campos y Carlo Costanzia padre en De Viernes es un reflejo del agotamiento de un modelo televisivo que parece haber perdido su efectividad. Con audiencias cada vez más críticas y cifras en constante descenso, Telecinco y su programación enfrentan un desafío importante para reinventarse y recuperar la confianza de los espectadores.

Mientras tanto, figuras como Terelu Campos, que durante años han sido pilares de este tipo de formatos, enfrentan un futuro incierto en un panorama televisivo que ya no parece dispuesto a tolerar ciertos excesos. Solo el tiempo dirá si este es el comienzo del fin para un estilo de televisión que durante décadas dominó las pantallas en España.