🔴EXTRAÑOS GESTOS DE LETIZIA! POR FELIPE VI EN EL FUNERAL JUAN GÓMEZ ACEBO ANTE DOÑA SOFÍA Y EMÉRITO | HO

En los últimos días, la monarquía española ha vuelto a ocupar los titulares, pero esta vez no por los habituales compromisos institucionales, sino por los extraños gestos de la reina Letizia en el funeral de Juan Gómez Acebo, primo del rey Felipe VI, que ha puesto nuevamente el foco sobre la relación entre los monarcas y su entorno familiar.

La ausencia de la reina Letizia en la ceremonia íntima del funeral ha levantado muchas preguntas y ha generado rumores sobre la estabilidad de su matrimonio con el rey Felipe VI. Los gestos y la actitud de la reina han sido motivo de debate tanto en los medios como en las redes sociales, donde muchos se preguntan qué está sucediendo realmente en el seno de la familia real española.

El funeral de Juan Gómez Acebo, hijo de la infanta Pilar de Borbón y primo del rey Felipe VI, tuvo lugar en una ceremonia privada a la que asistieron varios miembros de la familia real, incluyendo la infanta Cristina con sus hijos y el propio rey Felipe VI. Sin embargo, la gran ausencia fue la de la reina Letizia, quien no estuvo presente en el evento íntimo, lo que ha suscitado una oleada de especulaciones sobre las razones de su falta.

Letizia, que ha estado presente en actos oficiales y ceremonias públicas, no se presentó en el funeral privado, una decisión que muchos han considerado extraña y que ha sido interpretada como un distanciamiento con la familia Borbón. Según varios periodistas especializados en la realeza, la reina Letizia solo tiene interés en acudir a eventos de carácter oficial, evitando todo lo que tenga que ver con la vida íntima o familiar del rey Felipe VI.

La periodista Pilar Eyre, una de las voces más críticas y conocedoras de la familia real, fue una de las primeras en señalar la ausencia de la reina y lo que esta decisión podría significar. Según Eyre, Letizia habría preferido no asistir al funeral privado, y su intención sería reservarse únicamente para los eventos oficiales, como la misa oficial del funeral. “Letizia se lava las manos en todo lo que tiene que ver con la familia íntima del rey, pero siempre está dispuesta a cumplir con sus obligaciones oficiales”, comentó Eyre.

Uno de los puntos más debatidos tras la ausencia de la reina en el funeral es la percepción de que el matrimonio de los reyes podría estar sostenido únicamente por razones institucionales. Pilar Eyre y otros analistas de la realeza sugieren que la relación entre Felipe VI y Letizia está cada vez más basada en su papel de representantes oficiales, mientras que en el ámbito privado estarían cada vez más distanciados.

De hecho, Eyre sugiere que los reyes podrían estar siguiendo un esquema similar al de los reyes eméritos, Juan Carlos I y Doña Sofía, quienes mantuvieron una relación institucional incluso cuando su vida privada ya estaba claramente separada. “El matrimonio de los reyes está unido a nivel oficial, pero en lo íntimo, todo indica que no hay una relación personal profunda”, afirma la periodista.

Uno de los gestos más comentados fue la entrada de Felipe VI al funeral en solitario, sin Letizia a su lado, una imagen que contrastó fuertemente con la expectativa de que ambos acudirían juntos, como suele ser habitual en actos de tal relevancia. El rey, vestido de riguroso luto, con gafas oscuras y una actitud seria, evitó hacer comentarios a la prensa sobre la ausencia de su esposa, lo que alimentó aún más las especulaciones sobre la relación entre ambos.

A pesar de su ausencia en el funeral íntimo, Letizia sí apareció junto a Felipe VI en la misa oficial del funeral, un acto que se llevó a cabo en la tarde del mismo día. La reina llegó tomada del brazo del rey, saludando a todos los presentes con una sonrisa, lo que fue percibido por muchos como un gesto puramente protocolario y calculado para mostrar una imagen de unidad.

La reina Letizia es conocida por su meticulosa atención a los detalles en los actos públicos, y en esta ocasión no fue la excepción. Vestida de negro, con una postura impecable, se mostró junto a Felipe VI como si nada hubiera ocurrido. Sin embargo, este “paseíllo” fue interpretado por los expertos como una maniobra para mantener las apariencias de un matrimonio unido, aunque en la realidad los hechos podrían estar contando una historia muy diferente.

Para Pilar Eyre, este tipo de comportamiento es sintomático de la distancia que existe entre ambos en lo personal, y refuerza la idea de que Letizia solo está dispuesta a participar en los eventos que son estrictamente necesarios desde el punto de vista institucional, evitando a toda costa los compromisos más íntimos que atañen a la familia del rey.

El comportamiento de Letizia no ha pasado desapercibido entre los seguidores de la familia real, y muchos se han mostrado críticos con la actitud de la reina. Una de las críticas más recurrentes es que, a pesar de ser parte de la familia Borbón por matrimonio, Letizia parece distanciarse de cualquier evento que no sea de carácter oficial, lo que genera una percepción de frialdad hacia la familia del rey.

Además, la ausencia de las hijas de los reyes, la princesa Leonor y la infanta Sofía, en estos eventos familiares también ha sido objeto de debate. Mientras que muchos entienden que Sofía aún es menor de edad, se ha cuestionado por qué Leonor, como futura reina de España, no estuvo presente en un acto tan significativo para la familia real. Algunos analistas sugieren que Letizia estaría tratando de mantener a sus hijas alejadas de ciertos eventos familiares por razones que no han sido del todo aclaradas, lo que ha añadido más misterio a la situación.

Otra figura que ha sido foco de atención en este contexto es el rey emérito Juan Carlos I. El padre de Felipe VI no ha estado exento de controversia en los últimos años, debido a sus problemas judiciales y sus problemas de salud. Aunque el rey emérito ha mantenido una relación distante con la familia real desde su retiro, la situación de salud cada vez más delicada de Juan Carlos ha generado preocupación.

Juan Carlos I, quien se encuentra con problemas de movilidad y requiere asistencia para sus desplazamientos, ha sido objeto de debate por su limitada presencia en actos familiares y públicos. Aunque Felipe VI ha visitado a su padre en privado, es notable que el rey emérito no haya pernoctado en Zarzuela durante sus visitas a España, lo que ha generado críticas sobre cómo se está gestionando su figura dentro de la familia real.

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