El príncipe Harry escondió este secreto durante 28 años | HO

En el #nuevolibro del #PrincipeHarry se habla de la repentina muerte de la #PrincesaDiana conmocionó al mundo, pero para el príncipe Harry fue devastadora. Con solo 12 años, la única forma de sobrellevarlo era enterrar su dolor. Pero cuando lo que mató a su madre amenazó a su nueva familia, Harry no tuvo más remedio que presentarse y enfrentar su dolor.

El príncipe Harry escondió este secreto durante 28 años | Goalcast Español

La historia de la princesa Diana es una de las más trágicas y conmovedoras del siglo XX. Diana de Gales, conocida por su carisma y su labor humanitaria, sufrió un fatal accidente automovilístico el 31 de agosto de 1997 en París. Este evento no solo paralizó al mundo, sino que también dejó una huella imborrable en sus hijos, el príncipe William y el príncipe Harry.

Esa noche, mientras intentaba escapar de los paparazzi que la seguían de cerca, el auto en el que viajaba Diana se estrelló en el túnel del Alma. La princesa sufrió graves lesiones en la cabeza, y aunque seguía con vida, su estado era crítico. Los fotógrafos, lejos de ayudarla, continuaron tomando fotos mientras agonizaba. Este acto de insensibilidad y la obsesión de los medios por capturar cada momento de su vida se convirtieron en una de las principales razones por las que Harry creció desconfiando de la prensa.

El impacto de la muerte de Diana fue devastador para sus hijos, especialmente para Harry, quien tenía solo 12 años en ese momento. La noticia fue un golpe tan duro que el joven príncipe no podía entender cómo, apenas unas horas después de recibir la noticia, la vida continuaba como si nada hubiera cambiado. La incredulidad y la conmoción lo paralizaron, y esa sensación de irrealidad lo acompañaría durante años.

La relación de Diana con la familia real siempre fue complicada. A pesar de ser una figura querida por el público, dentro de la monarquía se la consideraba una amenaza. Su matrimonio con el príncipe Carlos estuvo marcado por la infidelidad y el dolor, lo que llevó a su eventual divorcio en 1996. Diana se convirtió en un símbolo de independencia y fortaleza, pero también en un objetivo constante de los paparazzi, que no le daban tregua ni siquiera en sus momentos más privados.

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Harry creció en medio de este caos mediático, y aunque tenía buenos recuerdos de su madre, también había momentos que lo llenaban de ira y tristeza. Uno de los episodios más dolorosos para él fue tener que caminar detrás del ataúd de Diana durante su funeral, un acto que, aunque simbólico para la familia real, fue profundamente traumático para un niño que apenas empezaba a entender el peso de la tragedia.

El dolor y la ira que Harry reprimió durante años finalmente explotaron en la adultez. En una ocasión, en un arrebato de furia, golpeó a un fotógrafo afuera de una discoteca en Londres. Este incidente fue un reflejo del resentimiento acumulado hacia los medios y el papel que jugaron en la muerte de su madre. Con el tiempo, Harry decidió buscar ayuda y comenzó terapia para procesar el dolor que había enterrado durante tanto tiempo.

La llegada de Meghan Markle a la vida de Harry marcó un punto de inflexión. Ambos compartían una visión similar sobre la importancia de hacer el bien y dejar una huella positiva en el mundo. Sin embargo, Meghan también se convirtió en un blanco favorito de los medios británicos, reviviendo en Harry el miedo de que su esposa pudiera sufrir la misma presión que su madre.

La paternidad cambió a Harry de manera profunda. El nacimiento de su hijo Archie lo hizo reevaluar sus prioridades y comprender el amor incondicional que impulsaba a su madre a protegerlo. Harry estaba decidido a no repetir los errores del pasado y a proteger a su familia a toda costa, incluso si eso significaba renunciar a sus deberes reales y alejarse de la familia que conocía.

En 2020, Harry y Meghan tomaron la decisión de abandonar sus roles como miembros senior de la familia real y mudarse a los Estados Unidos. Esta decisión, aunque difícil, fue vista por muchos como un acto de liberación, algo que Diana nunca tuvo la oportunidad de hacer. Al elegir a su familia por encima de las tradiciones reales, Harry logró romper con el ciclo que había atormentado a su madre.

Hoy, Harry continúa el legado de su madre a través de su trabajo humanitario y su compromiso con causas importantes. Aunque la sombra de la tragedia siempre estará presente, Harry ha encontrado la manera de honrar la memoria de Diana mientras forja su propio camino. En última instancia, la historia de Harry es una de resiliencia y de cómo, a pesar de las adversidades, ha logrado encontrar paz y propósito en su vida, asegurándose de que el legado de su madre siga vivo.