En un clima de polémica por el último escándalo que salpica a Juan Carlos I, los medios de comunicación extranjeros han dictado sentencia sobre la figura de su nieta, la princesa Leonor

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La Casa Real española vuelve a estar en el foco de todas las miradas y no precisamente por algo positivo.

Desde que vieron la luz las imágenes de los encuentros secretos de Juan Carlos I con Bárbara Rey, las tertulias rosas e incluso los servicios informativos llenan horas de pantalla con el asunto.

Un romance clandestino del que ya se sabía prácticamente todo, pero nunca sin constancia gráfica.

La huella que el emérito deja en la institución, desde la lejanía y con su nieta Leonor como futura responsable del primer escalafón de la misma.

Y es que de un tiempo a esta parte, la actual heredera también es una de las grandes protagonistas de la crónica real.

Un reclamo para los más observadores de la Corona que se ha visto incrementado desde que cumplió la mayoría de edad y han aumentado sus responsabilidades.

Desde la jura de la Constitución en el día de su 18 cumpleaños, hasta la formación castrense en la que está inmersa o sus primeros viajes oficiales en solitario.

No es de extrañar que incluso la prensa internacional se haga eco de su figura.

A fin de cuentas, y aunque todavía no hay previsión de que asuma los mandos del trono en un largo tiempo, su reinado está cada vez más cerca.

Es por eso que, mientras Felipe VI y doña Letizia siguen cumpliendo con sus responsabilidades institucionales, ella se prepara a conciencia para el futuro que le espera.

Siempre vigilada y consciente de su posición, y bajo la atenta mirada de todos los que desean saber si será capaz de enmendar los errores de sus predecesores.

Algo sobre lo que la prensa francesa parece tener una determinación clara.

La forma en la que la prensa francesa se refiere a Leonor

Ha sido el medio francés ‘Paris Match’ el que ha referido de forma directa a la Princesa de Asturias en uno de sus últimos artículos.

Uno de esos en el que los periodistas analizan al detalle todos y cada uno de sus pasos a medida que gana relevancia, dentro y fuera de España.

Y en el medio de un clima de crispación nuevamente acentuada, el citado medio parece tener una opinión muy clara sobre Leonor.

Opinión, afortunadamente, muy positiva. Las referencias a la hija de los Reyes contrastan con las críticas a su abuelo e incluso terminan por definirla como “una adolescente casi como cualquier otra”.

Seis palabras sobre la simbólica bandera de la naturalidad, que la primogénita del Rey parece llevar siempre consigo, tratando de hacer planes como chica de su edad que pasan por viajes con amigos e incluso alguna noche de fiesta.

En ningún caso leído todo lo anterior como algo negativo, pues la publicación se deshace en elogios hacia ella.

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Sin pasar por alto, claro está, su importante responsabilidad.

No solo porque “será la primera mujer en ascender al trono desde Isabel II en 1833”, sino también porque “el desafío es grande” y “las expectativas inmensas”.

El medio francés apunta directamente a ese “pueblo quemado a lo largo de los años por las escapadas de Juan Carlos I”, que poco a poco ha logrado su hijo Felipe renovar y calmar.

Ejercicio clave, el de “restaurar la imagen y la integridad de la monarquía, pero sin reavivar el fervor”, en una labora que “Leonor tendrá que continuar”.

La justificación extranjera sobre el buen hacer de la princesa

‘Paris Match’ no se queda en la superficie al poner en valor la importancia de la figura de la princesa de ahora en adelante.

Siempre partiendo de esa personalidad que le permite ser una más, que quedaría justificada por el hecho de que “creció protegida de la atención mediática y de los deberes reales” gracias al trabajo de sus padres.

Una “educación estricta, alejada de la mirada pública”, como sucedió cuando se marchó a Gales para cursar el Bachillerato Internacional, que le ha permitido una mayor “independencia” y “desarrollarse sin demasiada presión”.

No demasiada, pero la hay. Presión porque, a pesar de todo, mantenerla ajena a los ‘incendios’ provocados por el mal hacer del emérito “la aisló de sus futuros súbditos” y ahora “los españoles no saben casi nada sobre su futura Reina”.

Es ese ahora uno de los grandes retos de Leonor: encontrar su lugar.

Trabajar para ganarse el cariño de los jóvenes y aumentar su popularidad serán claves, y por ahora todo sigue su curso como es debido.

Tiene “todos los ingredientes para que Leonor se convierte en una soberana modélica”, dicen.

Siempre y cuando sus padres signa manteniéndola “a gran distancia de su bochornoso abuelo Juan Carlos I”.