La MANO con OJOS: el CRIMINAL más SANGUINARIO de MEXICO | Historia de vida NARC0 | HO

En BIFURCADOS te contamos la escalofriante historia de Óscar Osvaldo García Montoya, más conocido como La Mano con Ojos. Un criminal que sembró el pánico en el Estado de México con sus brutales métodos y su legado de sangre. Descubre cómo este hombre, entrenado por los kaibiles de Guatemala, pasó de ser un soldado a convertirse en uno de los criminales más temidos de México.

La Mano con Ojos', el capo que aterrorizó la CDMX y Edomex en los 2000 -  Infobae

Óscar Osvaldo García Montoya, conocido como “La Mano con Ojos”, es considerado uno de los criminales más sanguinarios en la historia del narcotráfico en México. Nacido en Sinaloa, este hombre, inicialmente apodado “El Compayito”, sembró terror en el Estado de México y la capital mexicana con su brutal estilo de ejecución, dejando una marca de sangre imborrable en la historia del crimen organizado.

Antes de adentrarse al crimen, García Montoya tuvo una carrera formal en las fuerzas del orden. Sirvió como cabo primero en el Ejército Mexicano y fue entrenado en Guatemala por los kaibiles, una unidad de élite reconocida por su despiadada eficiencia en operaciones especiales. Posteriormente, fue Policía Ministerial en Baja California Sur y agente municipal en Sinaloa. Este entrenamiento y experiencia en inteligencia policial le otorgaron habilidades únicas que más adelante utilizaría para su ascenso criminal.

En 2002, abandonó la legalidad y se unió al cártel de los Beltrán Leyva, una de las organizaciones más poderosas y temidas del país. Comenzó desde abajo, inicialmente como chofer y asistente, pero rápidamente ascendió a sicario debido a su frialdad y eficiencia para asesinar. Su estilo particularmente cruel, consistente en decapitar a sus víctimas, le valió notoriedad y respeto dentro del cártel.

El ascenso de García Montoya fue meteórico. Se convirtió en jefe de seguridad personal de Marcos Arturo Beltrán Leyva, líder supremo del cártel, y posteriormente sirvió bajo las órdenes directas de Edgar Valdez Villarreal, alias “La Barbie”, uno de los narcotraficantes más sanguinarios de la época. La Barbie lideraba un grupo conocido como “Los Negros”, encargado de enfrentarse violentamente a rivales como Los Zetas.

La Mano con Ojos, el grupo criminal que servía a Los Beltrán Leyva en la  CDMX - Infobae

García Montoya destacó por su capacidad de ejecución y lealtad a “La Barbie”, ganándose rápidamente su confianza. Sin embargo, eventualmente fue asignado bajo el mando de Gerardo Álvarez Vázquez, “El Indio”, otro alto mando del cártel. Fue bajo las órdenes de “El Indio” que participó en una de las masacres más atroces del narcotráfico mexicano: la matanza de La Marquesa en 2008, donde 24 personas inocentes fueron ejecutadas simplemente por haber sido testigos accidentales de un crimen.

Tras la captura de “El Indio”, García Montoya regresó con “La Barbie”, incrementando aún más su brutal reputación. Su apodo, “La Mano con Ojos”, surgió por su método favorito de ejecución: la decapitación manual. Las leyendas cuentan que sobrevivió a una brutal tortura por parte de Los Zetas y que, tras escapar, ejecutó a cada uno de sus captores cortándoles la cabeza personalmente.

Su notoriedad causó conflictos internos, especialmente con José Jorge Balderas Garza, alias “El JJ”, otro lugarteniente de “La Barbie”, conocido públicamente por disparar contra el futbolista Salvador Cabañas. La rivalidad entre ambos fue feroz y finalmente desembocó en una ruptura total tras la captura de “La Barbie” en agosto de 2010.

Con la ausencia de su jefe, García Montoya fundó su propia organización criminal en septiembre de 2010, también llamada “La Mano con Ojos”. Esta nueva agrupación rápidamente se apoderó de territorios clave en la Ciudad de México y el Estado de México, desatando una violenta guerra contra “El JJ” y otras organizaciones criminales como La Familia Michoacana.

En poco tiempo, el Estado de México fue testigo del horror, con decenas de cadáveres decapitados apareciendo en las calles, todos firmados con la terrorífica insignia de “La Mano con Ojos”. Utilizando tácticas militares aprendidas con los kaibiles y la brutalidad adquirida bajo los Beltrán Leyva, García Montoya aterrorizó a rivales y civiles por igual.

Sin embargo, el final llegó el 12 de agosto de 2011, cuando fue arrestado por la Procuraduría General de Justicia del Estado de México. Durante su interrogatorio, admitió con escalofriante tranquilidad haber asesinado personalmente a 300 personas y ordenado la muerte de otras 300 más. En total, 600 víctimas cayeron bajo su régimen sangriento.

En prisión, García Montoya reveló planes aún más macabros, como la intención de asesinar al procurador Alfredo Castillo, quien había rechazado un soborno de 400 mil dólares ofrecido por “La Mano con Ojos”. Incluso afirmó con fría tranquilidad que estaba entrenado para matar y que sus métodos eran ejecutados con precisión militar.

La caída de García Montoya puso fin a uno de los capítulos más oscuros y sangrientos del narcotráfico en México. Sin embargo, su leyenda como uno de los criminales más violentos sigue vigente. “La Mano con Ojos” dejó una huella imborrable en la memoria colectiva, demostrando la brutalidad extrema a la que puede llegar el crimen organizado. Su historia es un trágico recordatorio del horror que vivió México durante la guerra contra el narcotráfico, un legado que continúa siendo imitado por otros criminales hasta nuestros días.

VIDEO: