Anabel Pantoja manda un comunicado al Hospital Materno Infantil de Gran Canaria donde atendieron a Alma

Anabel Pantoja atraviesa uno de los momentos más difíciles de su vida. Durante días, ella y su pareja, David Rodríguez, vivieron una pesadilla.

Su hija estuvo ingresada en un hospital de Gran Canaria por 18 días. Durante este tiempo, todo se detuvo. Un dolor profundo les invadió.

Sin embargo, hoy, la periodista y sobrina de la tonadillera se muestra más fuerte que nunca, con un mensaje lleno de gratitud.

El 11 de febrero, Anabel decidió dar un paso al frente. En sus palabras, reflejó el esfuerzo y el apoyo que ha recibido durante los últimos días.

A través de un texto emotivo, dejó claro que su hija está mejorando, lo que considera un auténtico milagro. Agradeció a todos los que estuvieron a su lado en esos momentos tan difíciles.

“Enero ya pasó. Seguimos. Gracias a todos los que estuvisteis en esas salas con nosotros, acompañándonos, dándonos un abrazo, o matando el tiempo”, comenzó su mensaje. No se olvida de nadie.

Habla de todos aquellos que, de alguna manera, hicieron más llevadera su estancia en el hospital.

Tella, Carmen, Titos, Ani, Leti…  todos fueron clave para que Anabel pudiera mantenerse en pie. Incluso agradeció las comidas y cenas que, para ella, fueron un “milagro”.

Comunicado a los médicos

Anabel, siempre agradecida, menciona especialmente a su madre y a sus suegros. Ellos fueron su pilar, los que nunca la dejaron sola.

Desde el ingreso de su hija el 9 de enero, estos familiares se mantuvieron firmes a su lado. Los días de incertidumbre y miedo fueron más soportables gracias al apoyo incondicional de los suyos.

La mención a su pareja, David Rodríguez, no llega de manera explícita, pero es claro que ambos han vivido juntos este difícil momento.

A pesar de la investigación en la que están inmersos, Anabel prefiere centrarse en lo positivo.

En la mejora de su hija. En el amor que ha recibido de todos los que estuvieron con ellos en la clínica.

Anabel Pantoja | DonDiario

A los médicos también les dedica unas palabras llenas de gratitud.  “Al equipo de la UMI, y la tercera y cuarta planta por su amor, respeto y cariño”,  expresó.

Asegura que jamás olvidará la dedicación de todo el personal, desde los médicos hasta el equipo de limpieza y mantenimiento.

En ese hospital, más que un centro de salud, encontró un refugio, un lugar donde la humanidad prevaleció por encima de todo.

Uno de los momentos más conmovedores del mensaje es cuando Anabel se dirige a los padres de otros niños que vivieron la angustia de tener a sus hijos en el hospital.

“A los papis de los peques, allí me ayudasteis a levantarme, a saber ser madre y luchar”, les agradeció.

En medio del dolor, encontró fuerza en quienes vivieron situaciones similares. Su solidaridad y sus palabras de ánimo fueron clave para que Anabel se levantara y siguiera luchando por su hija.

A pesar de todo, Anabel Pantoja sigue adelante. Ha logrado encontrar luz en la oscuridad. Su hija mejora y su familia sigue unida. Anabel se siente agradecida por todo el apoyo recibido.

Y, aunque la investigación continúa, ella se mantiene firme, con el corazón lleno de agradecimiento. Con el alma más fuerte que nunca.