En la última emisión de De Viernes, el programa protagonizado por Terelu Campos, la presentadora se vio envuelta en una serie de tensiones que no pasaron desapercibidas para la audiencia, especialmente por su actitud hacia su hija Alejandra Rubio y el entorno de la familia. Durante la emisión, los enfrentamientos con sus compañeros de programa, entre ellos el periodista José Antonio León y la colaboradora Ángela Portero, desataron una gran polémica, que rápidamente se viralizó en redes sociales.

Uno de los momentos más destacados ocurrió cuando José Antonio León mencionó a Hae, la expareja de Carlo Constancia, en relación con su hija Alejandra. La mención de Hae provocó una reacción vehemente por parte de Terelu, quien no dudó en expresar su malestar. La presentadora mostró una indignación evidente al escuchar el nombre de Hae, dejando claro que no quería que se hablara de esa persona en el programa en relación con su hija. Terelu afirmó de manera tajante que no tenía ningún vínculo con Hae y que su hija nunca había tenido nada que ver con ella. De hecho, insistió en que Alejandra nunca había hecho declaraciones sobre ese tema. En un tono firme, Terelu exigió que el asunto se dejara a un lado, pidiendo a los colaboradores que se abstuvieran de mencionar a Hae en el futuro. Este incidente mostró una vez más el control que Terelu busca ejercer sobre los temas que se discuten en relación con su vida personal y la de su familia, generando un ambiente de tensión.

Sin embargo, el conflicto no terminó allí. Posteriormente, Terelu tuvo otro enfrentamiento, esta vez con Ángela Portero, relacionado con la visita de José María Almoguera, sobrino de la presentadora, al recién nacido de Alejandra Rubio. Terelu mostró su frustración por el hecho de que José María aún no hubiera visitado a su prima ni a su hijo. Este comentario desató una discusión acalorada entre las colaboradoras, y Ángela intervino intentando entender la situación. Sin embargo, se encontró con la resistencia de Terelu, quien no estaba dispuesta a permitir que se cuestionara el comportamiento de su familia en público. Terelu dejó claro que estos temas familiares no debían discutirse abiertamente en el programa. La tensión entre ambas fue palpable, y muchos comenzaron a preguntarse si la actitud autoritaria de Terelu estaba limitando la libertad de expresión en el programa.

Terelu adoptó una actitud controladora, dándole instrucciones a los colaboradores sobre lo que podían y no podían discutir en el programa. En varias ocasiones mostró un tono severo, lo que sorprendió a muchos televidentes. Esta actitud de la presentadora fue interpretada por algunos como un intento de silenciar ciertos temas y controlar la narrativa en pantalla, lo que generó una ola de críticas hacia su forma de manejar los conflictos en vivo.

La controversia alcanzó su punto máximo cuando José María Almoguera, al ser preguntado sobre su relación con su prima Alejandra, respondió de manera tranquila. Aseguró que todo estaba bien entre ellos y que nunca había habido problemas. Aunque admitió que en su momento hubo un desacuerdo menor, consideró que no era relevante y que no debía considerarse una mala relación. Esta respuesta de José María fue criticada por algunos, quienes señalaron que comentarios como los que Alejandra había hecho, llamándolo “niñato” y acusándolo de vivir del cuento, no podían ser simplemente minimizados como una disputa inofensiva. Sin embargo, José María insistió en que no se trataba de algo grave y restó importancia a la situación.

La intervención constante de Terelu en la conversación, respaldando la versión de José María y tratando de dar una imagen armónica de la familia, generó sospechas entre los espectadores. Muchos comenzaron a cuestionarse si lo que se estaba diciendo era realmente la verdad o si, por el contrario, se estaba siguiendo un guion previamente establecido para ofrecer una imagen más perfecta de la familia ante el público. Este comportamiento dejó entrever que Terelu no estaba dispuesta a que se hablara públicamente de cualquier tema que pudiera afectar la imagen de su familia.

La situación se intensificó cuando Terelu explicó que la razón por la que nadie había ido a visitar a Alejandra en el hospital después de su parto era porque se había acordado previamente que se respetaría su espacio personal. La presentadora justificó esta decisión como una medida tomada por la familia antes del parto para preservar la intimidad de Alejandra, quien había tenido una cesárea. Sin embargo, Ángela Portero, aún sorprendida por la explicación, cuestionó si esta razón era suficiente para justificar la ausencia de visitas, especialmente considerando lo importante que era el nacimiento de un hijo.

Este debate sobre la privacidad en situaciones familiares fue el eje central de la discusión. Mientras Ángela seguía insistiendo en que no todo parecía estar claro dentro de la familia, Terelu defendió con firmeza la decisión de no recibir visitas, asegurando que se trataba de una elección consciente de la familia para proteger la intimidad de Alejandra. La tensión entre las dos colaboradoras se hizo evidente, y el público comenzó a percatarse de que la discusión no era solo sobre la visita al hospital, sino sobre cómo la familia de Terelu gestionaba su privacidad frente a los medios y la audiencia.

A lo largo de este episodio, las tensiones entre los colaboradores y la actitud protectora de Terelu se hicieron cada vez más evidentes. La presentadora intentó, en todo momento, controlar la narrativa y limitar lo que se podía discutir en el programa. Este comportamiento no pasó desapercibido para los televidentes, quienes se dividieron en sus opiniones sobre si Terelu estaba adoptando una postura demasiado rígida y autoritaria o si, por el contrario, estaba simplemente defendiendo a su familia y su derecho a la privacidad.

El debate generado por este episodio ha continuado en las redes sociales, donde los espectadores siguen comentando sobre la actitud de Terelu y su forma de manejar las tensiones dentro del programa. El tema de la privacidad en la televisión y el equilibrio entre la exposición pública y el respeto por la intimidad de las personas se ha convertido en una cuestión clave en este debate. A medida que las emisiones del programa continúan, muchos se preguntan si estas tensiones afectarán la dinámica futura del programa y si la postura de Terelu seguirá siendo un tema recurrente en los próximos episodios.