La Nochebuena de 2023 se ha convertido en un tema de debate y controversia para la familia real española, marcada por cenas separadas, rumores de desencuentros y tradiciones divididas. Aquí desglosamos lo sucedido en una de las noches más significativas del año para los Borbones.

La familia del Rey Felipe VI: una velada restringida en Zarzuela

El Rey Felipe VI y la Reina Letizia optaron por una celebración más íntima en el Palacio de la Zarzuela. Acompañados por sus hijas, la Princesa Leonor y la Infanta Sofía, también estuvieron presentes la madre de Letizia, Paloma Rocasolano, y su pareja, Marcus Toba. Aunque algunas fuentes sugirieron que Telma Ortiz, hermana de Letizia, podría haberse unido a la cena con su pareja, Gavin Bonard, esto no fue confirmado oficialmente.

El menú estuvo compuesto por entrantes de lujo como tostadas de salmón ahumado con enebro, foie, angulas y pudín de marisco. El plato principal incluyó sopa de almendras, un favorito de la Reina Letizia, seguido de pavo relleno. Como detalle destacado, la familia decidió dar la noche libre al personal de servicio para que pudieran pasar la Nochebuena con sus propias familias, trinchantando ellos mismos el pavo, algo que generó comentarios tanto positivos como críticos.

El árbol de Navidad y la apertura de regalos también formaron parte de la velada. Sin embargo, llamó la atención la ausencia de la Reina Sofía, lo que generó especulaciones sobre la dinámica familiar.

La Reina Sofía: una cena distinta con sus hijas

Mientras tanto, a menos de un kilómetro de Zarzuela, la Reina Sofía organizó su propia cena en compañía de sus hijas, la Infanta Elena y la Infanta Cristina. También estuvo presente su hermana, Irene de Grecia. Sin embargo, los nietos de la Reina Sofía no asistieron en su totalidad, ya que los hijos de la Infanta Cristina pasaron la Nochebuena con su padre, Iñaki Urdangarin, y su pareja actual, Ainhoa Armentia, en el País Vasco.

Algunos reportes sugieren que dos de los hijos de Cristina podrían haber estado presentes junto a su madre, pero esta información no ha sido confirmada del todo. Además, Victoria Federica, hija de la Infanta Elena, pasó parte de la velada con su padre, Jaime de Marichalar, aunque también se mencionó su posible paso por Zarzuela para saludar a su abuela.

Los Borbones más lejanos: unión en tiempos de pérdidas

La otra rama de la familia Borbón también tuvo su propia celebración. En la residencia de Simoneta Gómez-Acebo, prima del Rey Felipe VI, se reunió un grupo de familiares para rendir homenaje a los miembros fallecidos de su linaje. Entre los asistentes estuvieron María Zurita, hija de la Infanta Margarita, y su hijo. También se destacó la presencia de la Infanta Margarita y su esposo, Carlos Zurita.

En este entorno, la familia decidió brindar un ejemplo de unidad pese a las pérdidas sufridas durante el año, como el fallecimiento de dos hermanos de Simoneta. Esta reunión, aunque distante del núcleo principal de los Reyes, puso de manifiesto la voluntad de preservar los lazos familiares.

Rumores y contradicciones

Como suele ocurrir con las celebraciones reales, no faltaron las especulaciones y las informaciones contradictorias. Algunas fuentes apuntaron a un posible reencuentro entre Leonor, Sofía y sus primos en Zarzuela, algo que genera dudas dado el hermetismo habitual en torno a las reuniones familiares. Además, el Rey Emérito Juan Carlos I, quien permanece en Abu Dabi, no regresó a España para las fiestas, contrariamente a lo que se había especulado en semanas anteriores.

Otro punto de controversia fue la aparente exclusión de la Reina Sofía de la cena organizada por Felipe y Letizia. Aunque no hay confirmación oficial, la percepción de que cada rama de la familia celebró por separado alimentó los rumores de tensiones internas.

Reflexiones sobre la dinámica familiar

La organización de estas cenas separadas pone de manifiesto la complejidad de las relaciones dentro de la familia real. Mientras que Felipe y Letizia parecen centrarse en una unidad nuclear con sus hijas y los familiares más cercanos de Letizia, Sofía mantiene el contacto con sus hijas y los nietos cuando es posible. Por otro lado, los Borbones más lejanos muestran una cohesión ejemplar en momentos de adversidad.

Este panorama contrasta con la imagen de unidad que la Casa Real busca proyectar públicamente, especialmente en el discurso de Navidad del Rey Felipe VI, que apeló a la paz y al reencuentro. Sin embargo, las acciones y decisiones de la familia en fechas tan simbólicas parecen contar otra historia.

En definitiva, la Nochebuena de 2023 ha sido una demostración de cómo incluso las familias más prominentes enfrentan los desafíos de las relaciones humanas, con sus luces y sombras. La pregunta que queda en el aire es si en futuros años será posible una celebración que logre reunir a todos los miembros de esta compleja familia.