Iker Jiménez, conductor del programa “Horizonte”, realizó recientemente unas declaraciones que han generado reflexión en muchos españoles. Acompañado por Carmen Porter y Ángel Gaitán, Jiménez abordó varios temas polémicos, desde la situación en Valencia tras las inundaciones hasta las dinámicas políticas actuales en España. Sus palabras no solo plantearon críticas hacia el sistema, sino también provocaron debates sobre la necesidad de un cambio social y político en el país.

La crítica a la memoria histórica y las prioridades del Estado

Uno de los puntos más destacados fue su comentario sobre la utilización recurrente del tema de Francisco Franco en el discurso público y político. Según Jiménez, “Franco ya se murió hace mucho tiempo”, y enfatizó que España enfrenta problemas reales como la vivienda, los bajos salarios y las catástrofes naturales, que deberían ser el centro de atención. Enfatizó la desconexión entre las preocupaciones de la gente y los temas que los partidos políticos usan para desviar la atención.

A esto se suma la cuestión de si el Rey Felipe VI asistirá a los actos conmemorativos de los 50 años de la muerte de Franco. Jiménez sugirió que la decisión de no participar podría interpretarse como una postura crítica hacia la instrumentalización política de eventos históricos, reiterando que “España necesita centrarse en los problemas actuales”.

La tragedia de Valencia y la desafección institucional

Uno de los puntos más impactantes del programa fue la discusión sobre los desastres naturales recientes en Valencia, donde más de 200 personas se vieron afectadas. Jiménez compartió su incredulidad ante la falta de respuesta y apoyo inmediato por parte del Estado, afirmando que “todos creemos que, si algo así nos ocurre, alguien nos va a ayudar; pero la realidad es que no”. Esta situación, según el periodista, es un reflejo de una falla estructural en el sistema que debería hacer reflexionar a los ciudadanos sobre el papel del gobierno en situaciones de crisis.

Carmen Porter, colaboradora habitual del programa, complementó estas ideas al mencionar que estas tragedias suelen cambiar la percepción de las personas sobre la vida y las instituciones. Sin embargo, también cuestionó si estos eventos realmente lograrán generar un cambio significativo o si, como ocurre con frecuencia, serán olvidados rápidamente por la sociedad y los políticos.

El enfrentamiento entre Iker Jiménez y Pedro Vallín

El programa también dedicó tiempo a abordar un conflicto entre Iker Jiménez y el periodista Pedro Vallín, conocido por sus comentarios críticos hacia Jiménez y otros temas de actualidad. Vallín, quien escribió en redes sociales comentarios despectivos sobre los valencianos en el contexto de las inundaciones, fue señalado como un ejemplo de hipocresía mediática. Jiménez mencionó que mientras algunos intentan desacreditar a otros, “el tiempo pone a cada uno en su lugar”, resaltando que su programa sigue siendo líder de audiencia.

Este episodio refleja un fenómeno más amplio: la polarización en los medios y cómo esta afecta la percepción pública de los eventos. Según Jiménez, la gente está “cansada” de figuras que se autoproclaman dueñas de la moralidad, pero que carecen de empatía y autenticidad.

La esperanza en la solidaridad ciudadana

A pesar del desencanto con las instituciones, el programa también destacó la solidaridad mostrada por los ciudadanos durante las catástrofes. Jiménez y Porter elogiaron especialmente a los jóvenes, quienes, a pesar de ser estigmatizados como “ninis” o adictos a las tecnologías, fueron los primeros en ayudar en Valencia. “La desafección política es brutal, pero el pueblo ha demostrado que es capaz de salvar al pueblo”, afirmó Porter.

Este punto resaltó una de las pocas notas positivas del programa: la posibilidad de que, frente a la ineficacia de las instituciones, las personas comunes sean capaces de unirse y generar cambios desde la base.

¿Un punto de inflexión o más de lo mismo?

El debate planteado por Iker Jiménez y su equipo es relevante porque toca fibras sensibles de la sociedad española: la confianza en las instituciones, la manipulación política y la capacidad de la ciudadanía para actuar frente a las adversidades. Aunque las palabras de Jiménez invitan a la reflexión, queda en el aire la pregunta de si estos eventos marcarán un cambio real o si serán simplemente un episodio más en la memoria colectiva.

La respuesta podría depender, en última instancia, de la capacidad de los españoles para transformar su indignación en acción y exigir rendición de cuentas a quienes están en el poder.