El riesgo inminente de la presa de Buseo: una tragedia anunciada

La presa de Buseo, ubicada a 50 kilómetros de Valencia y a poco más de 30 kilómetros de Requena, se encuentra en una situación crítica que no ha recibido la atención que merece. Construida hace décadas, esta infraestructura esencial para la regulación hídrica de la región muestra signos alarmantes de deterioro, que fueron agravados por los efectos de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) en el pasado reciente. Sin embargo, la respuesta gubernamental ha sido, cuanto menos, insuficiente.

El pasado 8 de noviembre, se decretó el “escenario 2 por deficiencias estructurales” en la presa, una calificación que implica un riesgo significativo y la necesidad de intervenciones urgentes. A pesar de ello, hasta el 22 de diciembre de 2024, las acciones concretas han brillado por su ausencia. Este abandono no solo genera frustración entre los habitantes de las zonas afectadas, sino también un peligro inminente que podría desembocar en una catástrofe de magnitudes incalculables.

Evidencia alarmante y la inacción gubernamental

Un video reciente grabado con un dron sobrevolando la presa ha puesto de manifiesto el alcance de los daños. Las imágenes, que han sido ampliamente compartidas en redes sociales, muestran fisuras y desgaste en estructuras clave, señalando el riesgo de un colapso que podría liberar hasta 5 hectómetros cúbicos de agua de forma incontrolada. Este escenario pondría en peligro a las poblaciones cercanas, como el municipio de Chera, ubicado a apenas 2,5 kilómetros río abajo, que cuenta con 100 personas evacuadas de la zona baja, una medida que resulta completamente insuficiente si la presa llega a ceder.

Las autoridades locales han declarado que la presa está monitorizada las 24 horas del día, pero esta medida, aunque necesaria, no sustituye a una intervención técnica de emergencia. Según testimonios recogidos, el gobierno y la Confederación Hidrográfica del Júcar parecen estar inmóviles, dejando que la situación evolucione hacia un desenlace previsible pero evitable.

El clamor ciudadano: “¿Qué esperan, que reviente?”

La indignación entre los ciudadanos y expertos es palpable. Según un activista local, “es incomprensible que no se movilicen recursos como ingenieros y zapadores del ejército para reparar de inmediato esta infraestructura crítica”. Señalan que, después de desastres pasados como la DANA, el gobierno ha demostrado una falta de preparación y una preocupante incapacidad de respuesta. La historia podría repetirse, con consecuencias devastadoras.

La falta de acción también refleja una falla sistémica en la gestión de riesgos en infraestructuras públicas. Desde hace casi dos décadas, proyectos clave como la presa de Cheste y el encauzamiento del Barranco del Pollo han quedado en el olvido, a pesar de que su ejecución podría haber evitado tragedias en el pasado. ¿Cuántas vidas más deben estar en riesgo antes de que se tome la responsabilidad con la seriedad que merece?

Una tragedia anunciada y el costo de la negligencia

La situación de la presa de Buseo es un ejemplo más del impacto de la negligencia en la gestión de los recursos hídricos y las infraestructuras críticas. Si la presa colapsa, no solo se pondrá en peligro a las poblaciones aguas abajo, sino que también se causará un daño ambiental irreparable y una crisis humanitaria que podría haberse prevenido con la planificación adecuada.

Es fundamental que las autoridades competentes asuman la responsabilidad de inmediato. Esto incluye no solo la reparación estructural de la presa, sino también una revisión integral de la política de mantenimiento de infraestructuras hídricas en todo el país. Además, es crucial establecer mecanismos claros de rendición de cuentas para garantizar que la negligencia no vuelva a poner en riesgo vidas humanas.

Un llamado a la acción

El riesgo asociado a la presa de Buseo no es un hecho aislado, sino un reflejo de problemas estructurales más amplios en la gestión de infraestructuras en España. Es un llamado de atención para las autoridades, la sociedad civil y los medios de comunicación: la inacción no puede seguir siendo la norma.

Es momento de exigir una intervención inmediata y medidas a largo plazo para prevenir futuras tragedias. El costo de no actuar es inaceptable, tanto en términos de vidas humanas como de daños materiales y ecológicos. Si queremos evitar que se repita la historia de tragedias evitables, debemos actuar ahora.

¿Qué opinas de esta situación? Comparte tu voz y ayudemos a presionar para que esta emergencia reciba la atención que merece.