¡Esto es un escándalo! Nacho Abad revienta la farsa tras Iker Jiménez y Ángel Gaitán por la DANA en Valencia

La polémica sobre la gestión de la DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos) que azotó la Comunidad Valenciana a finales de septiembre de 2023 continúa ganando fuerza, y ahora un nuevo escándalo se ha desatado en torno a la forma en que se manejó la crisis.

Tras las impactantes revelaciones de Iker Jiménez y Ángel Gaitán, que destaparon la falta de preparación y el miedo oculto entre las autoridades, un nuevo protagonista se ha sumado al escándalo: Nacho Abad, periodista y experto en investigación, quien ha decidido dar su versión de los hechos.

En un nuevo golpe informativo, Abad ha destapado lo que considera una “farsa” en la gestión de la DANA y ha lanzado graves acusaciones que han dejado en shock a la opinión pública.

En una intervención televisiva cargada de indignación, Abad ha destapado los entresijos de lo que él llama una “narrativa construida” por las autoridades para evitar asumir responsabilidades. Según el periodista, lo ocurrido en Valencia no solo fue una negligencia por parte del gobierno, sino que también se trató de un intento por ocultar la magnitud de la catástrofe y desviar la atención de la verdadera responsabilidad.

La Comunidad Valenciana sufrió a finales de septiembre de 2023 una de las tormentas más fuertes en décadas, provocando lluvias torrenciales, inundaciones masivas y un caos generalizado. Las autoridades regionales y nacionales fueron acusadas de no haber actuado con la rapidez necesaria, lo que dejó a miles de ciudadanos atrapados, desplazados y con graves pérdidas materiales.

Desde el principio, la gestión de la crisis fue cuestionada. Los expertos señalaron que las alertas meteorológicas no fueron suficientemente claras y que las acciones de emergencia se retrasaron. Mientras tanto, las críticas no tardaron en llegar desde la sociedad civil, con la población exigiendo respuestas sobre por qué la respuesta fue tan lenta y desorganizada.

Lo que parecía ser una simple falta de coordinación entre las autoridades locales y nacionales rápidamente se convirtió en un escándalo mediático cuando Iker Jiménez y Ángel Gaitán empezaron a sacar a la luz una serie de pruebas que indicaban que las autoridades sabían mucho más de lo que comunicaron a la ciudadanía.

Según ambos periodistas, existía un miedo generalizado entre los funcionarios sobre la magnitud de la tormenta, lo que llevó a un manejo contradictorio de la información y a la minimización de los riesgos en los primeros momentos.

Con la revelación de Iker Jiménez y Ángel Gaitán, parecía que ya no quedaba mucho más por desentrañar sobre la gestión de la DANA. Sin embargo, Nacho Abad ha irrumpido en la escena con acusaciones más graves, que, según él, van más allá de la simple incompetencia.

En su intervención en El programa de Ana Rosa, Abad calificó la respuesta institucional ante la DANA como una “farsa” que no solo ocultó la magnitud del desastre, sino que también trató de proteger a los responsables políticos para evitar que la verdad saliera a la luz.

Abad reveló que, según su investigación, varios funcionarios de alto nivel en la Generalitat Valenciana y en el Gobierno central sabían desde el principio que la DANA podría causar un daño mayor del que se había estimado públicamente.

“Lo que hemos descubierto es que la narrativa oficial sobre lo que ocurrió en Valencia es completamente falsa. Durante días, las autoridades minimizaron la situación y jugaron con el miedo de la gente, pero no fue hasta que la presión mediática se hizo insostenible que comenzaron a actuar”, aseguró Abad.

Una de las mayores críticas que Nacho Abad ha lanzado es sobre el manejo de la comunicación durante la crisis. Según Abad, las autoridades intentaron crear una “narrativa controlada” que minimizara los riesgos y no alarmara a la población.

Sin embargo, esta estrategia resultó en una respuesta lenta e ineficaz ante el desastre, lo que provocó aún más caos en un momento en el que la rapidez y la transparencia eran esenciales.

“Lo que ocurrió aquí no fue simplemente un fallo de coordinación, fue un intento sistemático de proteger a los responsables políticos, incluso cuando sabían que la tormenta iba a ser más devastadora de lo que se había dicho”, afirmó el periodista.

Abad explicó que los funcionarios que estuvieron al frente de la gestión de la emergencia en Valencia sabían desde el primer momento que la situación era grave, pero que decidieron no alarmar a la población para evitar la pérdida de apoyo político.

“Se trató de una estrategia de imagen”, señaló Abad. “Las autoridades intentaron gestionar el pánico, y en lugar de actuar con la seriedad y rapidez necesarias, se limitaron a emitir comunicados vacíos, diciendo que la situación no era tan grave.

Mientras tanto, los ciudadanos estaban atrapados en sus casas, sin saber si la ayuda llegaría a tiempo”.

El periodista también reveló que existieron intenciones claras de ocultar la magnitud de las inundaciones y los daños causados por la DANA.

Según Abad, durante los primeros días tras la tormenta, los responsables políticos intentaron minimizar las cifras de afectados y las pérdidas materiales, lo que contribuyó a la desinformación y al caos generalizado.

En una de las declaraciones más impactantes de su intervención, Abad explicó que varias personas dentro de la Generalitat Valenciana tenían información sobre el verdadero impacto de la tormenta, pero se vieron presionadas para reducir la magnitud de las advertencias.

“La situación era mucho más grave de lo que se comunicó en los primeros días. Hubo una especie de pactos informales entre los responsables para no mostrar el caos real”, comentó.

Esta falta de transparencia no solo afectó la evacuación y las labores de rescate, sino que también contribuyó a que las personas no tomaran las precauciones necesarias.

“La gente no sabía en qué condiciones estaba la tormenta. Hubo personas que perdieron la vida porque pensaron que el peligro ya había pasado. Esa es la consecuencia directa de la falta de información precisa y la mala gestión de la comunicación”, denunció Abad.

Abad también desveló que los funcionarios responsables de la gestión de la DANA siguieron una estrategia de “daño controlado”, priorizando la imagen política sobre la seguridad de la ciudadanía.

Según el periodista, se manejaron los tiempos de respuesta con una mirada más preocupada por no generar pánico o consecuencias políticas que por salvar vidas.

“Las autoridades decidieron esperar a que las imágenes de la tormenta circularan por los medios antes de tomar medidas más contundentes. Se creía que, al gestionar la crisis de manera gradual, podrían evitar que la población perdiera la confianza en las instituciones”, explicó Abad.

Las acusaciones de Nacho Abad, sumadas a las revelaciones de Iker Jiménez y Ángel Gaitán, han generado una enorme presión sobre los responsables políticos de la Generalitat Valenciana y del Gobierno de Pedro Sánchez.

Los partidos de la oposición, especialmente el Partido Popular y VOX, no han tardado en pedir responsabilidades y exigir una comisión de investigación sobre la gestión de la crisis.

La reacción mediática ha sido igualmente contundente, con programas de televisión y periódicos que han dado un amplio espacio a las declaraciones de Abad.

En su intervención, el periodista no dudó en calificar la situación como un “escándalo”, añadiendo que la falta de transparencia y la estrategia política de ocultar la verdad ante un desastre de esta magnitud no tiene justificación.

Las declaraciones de Nacho Abad, sumadas a las revelaciones previas de Iker Jiménez y Ángel Gaitán, han convertido el caso de la DANA en Valencia en un verdadero escándalo mediático y político.

Las pruebas de descoordinación, ocultación de información y falta de preparación de las autoridades ponen en duda la capacidad de los gobiernos regional y nacional para manejar emergencias de gran escala.

Lo que parecía ser un simple fallo en la respuesta ante una tormenta, ahora se revela como una farsa informativa que tuvo consecuencias fatales para muchos ciudadanos.

Mientras los responsables políticos se ven presionados a dar explicaciones y asumir responsabilidades, la población sigue esperando respuestas claras sobre la gestión de la DANA y sobre cómo se garantizará que algo así no vuelva a ocurrir.