El rey Felipe VI de España ha recibido una noticia devastadora que ha empañado sus vacaciones privadas junto a la reina Letizia y sus hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Juan Gómez-Acebo, hijo de la desaparecida infanta Pilar y primo del rey Felipe, falleció este lunes a los 54 años. Este trágico suceso llega apenas cinco meses después de la pérdida de otro primo cercano, Fernando Gómez-Acebo, quien falleció a los 49 años.

La familia Borbón se enfrenta a un nuevo golpe emocional al tener que despedir a Juan Gómez-Acebo, quien falleció en Palma de Mallorca rodeado de sus seres queridos tras una larga enfermedad. La relación entre los Gómez-Acebo y los hijos de los reyes Juan Carlos y Sofía siempre ha sido estrecha, como si fueran hermanos. En cuestión de pocos meses, dos de los primos más cercanos del rey Felipe han perdido la vida, lo que ha dejado al monarca profundamente afectado.

El rey Felipe se encuentra actualmente de vacaciones en Grecia junto a su familia. Allí fue donde recibió la noticia del fallecimiento de su primo Juan, conocido por su discreción y su pasión por el arte. Juan Gómez-Acebo era uno de los miembros menos conocidos de su familia, manteniendo un perfil bajo lejos de los focos mediáticos. Su partida ha sido un duro golpe para el rey Felipe, quien no podrá estar presente en el funeral de su primo debido a compromisos institucionales.

El funeral de Juan Gómez-Acebo se celebrará el próximo 15 de agosto en Madrid, el mismo día en que el rey Felipe tiene previsto asistir a la investidura del nuevo presidente de la República Dominicana. Este acto institucional, de gran relevancia, impedirá al monarca acudir al último adiós de su primo hermano, lo que seguramente añadirá un peso emocional a sus responsabilidades oficiales.

La pérdida de Juan Gómez-Acebo ha sido una noticia que nadie quería recibir y que ha teñido de luto las vacaciones de la familia real. La enfermedad que padecía Juan había sido un desafío constante, y su fallecimiento deja un vacío en la familia real española. La relación cercana entre el rey Felipe y los Gómez-Acebo se ha hecho evidente en momentos como este, en los que la familia se une para superar las adversidades.

A pesar de las circunstancias, el rey Felipe continuará con sus deberes institucionales, uniendo sus vacaciones privadas con su viaje oficial a República Dominicana. La situación plantea un dilema entre el deber y el deseo de estar con la familia en momentos de pérdida. Sin embargo, la responsabilidad del monarca hacia su país y los compromisos internacionales prevalecen, demostrando una vez más la dedicación del rey Felipe a su papel como jefe de estado.

La partida de Juan Gómez-Acebo no solo es una pérdida personal para el rey Felipe y su familia, sino también un recordatorio de la fragilidad de la vida y la importancia de los lazos familiares. En medio del dolor, la familia real enfrenta este difícil momento con la misma entereza y discreción que caracteriza su vida pública.