La heredera vuelve a ser el centro de discusión de sus padres.

La reciente decisión de los reyes de España, Felipe VI y Letizia, de visitar las zonas afectadas por la DANA en Valencia ha generado una serie de tensiones en la Casa Real, que ha quedado reflejada en la relación entre ambos.

La princesa Leonor, que ha ganado popularidad entre la ciudadanía, se ha convertido en el centro de una controversia inesperada.

Este hecho pone de manifiesto las complejas dinámicas familiares que rodean a la Monarquía española y el papel emergente de la joven princesa.

La visita, programada para hoy, 19 de noviembre, busca atender a los valencianos que sufrieron las consecuencias de las lluvias torrenciales.

Recordemos que hace diez días su presencia en la región fue cancelada debido a un ambiente de descontento por parte de los afectados.

Según fuentes cercanas, Felipe y Letizia habían prometido retornar para hacer frente a las críticas que surgieron tras su ausencia, lo que sugiere que invisible presión mediática podría haber influido en esta nueva decisión.

Sin embargo, la elección de incluir a Carlos Mazón, dirigente político de la Comunidad Valenciana, ha causado más controversia que expectativa.

Muchos ciudadanos se han manifestado en contra de su presencia, argumentando que no quieren que la visita real esté ligada a intereses políticos.

La reina Letizia, por su parte, prefiere mantener la visita como un acto institucional al margen de cualquier partido, y esta discrepancia ha generado un nuevo conflicto entre ella y Felipe VI, por lo que ha pedido que la sea su hija Leonor que los acompañe, pero la Casa Real se lo ha negado por razones de seguridad.

La princesa Leonor, quien había mostrado interés en acompañar a sus padres en la primera visita, se vio excluida de esta ocasión.

Aunque sus progenitores consideraron que no era prudente llevarla a una situación potencialmente tensa, muchos expertos apuntan que incluir a Leonor podría haber sido una estrategia efectiva para conectar con la juventud y mejorar la imagen de la monarquía ante la ciudadanía.

Su carisma y popularidad, conocida como “Leonormanía”, podrían haber suavizado las asperezas de una visita complicada.

El descontento de Letizia hacia la inclusión de Mazón es evidente, lo que ha desencadenado discusiones en el hogar real.

Se rumorea que la reina y Felipe pasaron la noche separados, reflejando la creciente tensión en la relación.

Más allá de los problemas de agenda, este episodio remarca una posible pérdida de poder de Letizia en la toma de decisiones dentro de la Casa Real, algo que ha sido motivo de análisis por expertos en la Monarquía.

Mientras tanto, la marcha de la princesa hacia un papel más destacado en la corona parece inevitable.

A medida que la Monarquía busca adaptarse a un entorno social cambiante, el futuro de la Princesa podría ser crucial para reconectar con los ciudadanos.

Sin lugar a dudas, el desenlace de esta visita a Valencia marcará un hito en la relación entre la familia real, los valencianos y la estructura tradicional de la Monarquía en España.