La Reina Emérita Doña Sofía ha vivido uno de los veranos más difíciles de su vida, marcado por la tensión familiar y un deterioro notable en su salud.

A sus 85 años, Doña Sofía se enfrenta a la tristeza de la pérdida de su sobrino Juan Gómez-Acebo, sumada a una preocupante distancia y frialdad por parte de su familia directa, especialmente su nuera, la Reina Letizia.

Recientemente, las imágenes que mostraban a Doña Sofía caminando visiblemente fatigada por las calles de Palma de Mallorca bajo un calor sofocante, han generado una oleada de críticas hacia la Reina Letizia.

Según diversas fuentes, Letizia, junto a sus hijas, ingresó en una tienda antes que Doña Sofía, dejándola atrás sin prestar atención a su evidente malestar.

Este episodio no solo habría generado un gran malestar en la Emérita, sino que habría causado una fuerte discusión en Zarzuela, resaltando las tensiones latentes en la familia real.

Las tensiones se habrían intensificado aún más cuando, apenas unas horas después de este incidente, Letizia y Felipe VI habrían abandonado Palma de Mallorca en un vuelo, dejando a Doña Sofía sola en el funeral de su sobrino.

Este hecho no solo ha sido visto como un desaire personal, sino también como una falta de respeto hacia la institución y la familia real.

La salud de Doña Sofía, ya afectada por su avanzada edad, parece haber sufrido un deterioro importante tras estos eventos.

Nỗi buồn của Nữ hoàng Sofía tại nhà tang lễ Mallorca để tiễn biệt Juan Gómez Acebo, em họ của Felipe VI

Se reporta que la Reina Emérita ha experimentado mareos y desmayos, especialmente durante su participación en eventos recientes, como en la Villa Olímpica de París, donde tuvo que ser atendida por un médico debido a un golpe de calor.

La situación ha generado un gran revuelo en la prensa nacional e internacional, que no ha dudado en señalar la falta de empatía y apoyo por parte de Letizia y Felipe VI hacia Doña Sofía.

Esta percepción ha alimentado aún más la imagen de Doña Sofía como una figura que, a pesar de su edad y salud debilitada, sigue llevando sobre sus hombros el peso de la familia real, frente a una Letizia cada vez más criticada por su actitud distante y poco comprometida.

El futuro de Doña Sofía dentro de las actividades institucionales también está en el aire, ya que su salud podría llevarla a reducir significativamente su presencia en actos oficiales, algo que, según fuentes cercanas, sería un golpe devastador para ella.

En conclusión, este verano ha sido particularmente duro para Doña Sofía, quien ha visto cómo la distancia emocional de su familia y las recientes pérdidas personales han impactado severamente en su bienestar físico y emocional.

La Reina Emérita enfrenta un momento crítico en su vida, en el que el apoyo y la cercanía de su familia son más necesarios que nunca.

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