El reciente funeral de Juan Gómez-Acebo, sobrino del rey emérito Juan Carlos I, ha desatado una serie de reacciones que ponen en tela de juicio las relaciones internas dentro de la familia real española.

Las imágenes capturadas durante la ceremonia han sido fuente de debate en los medios, destacando la aparente frialdad entre Felipe VI, Letizia y el rey emérito Juan Carlos I.

Este evento no solo ha reavivado las especulaciones sobre la tensa relación familiar, sino que también ha dejado al descubierto una serie de gestos y ausencias que han generado polémica y preocupación entre los observadores de la monarquía.

El gesto de cercanía de los reyes a su llegada al funeral de Juan Gómez- Acebo

El funeral de Juan Gómez-Acebo: ¿Una oportunidad perdida?

El fallecimiento de Juan Gómez-Acebo, sobrino de Juan Carlos I y uno de sus familiares más queridos, ha supuesto un momento de gran dolor para la familia Borbón.

Sin embargo, en lugar de mostrar unidad en este difícil momento, la familia real ha proyectado una imagen de distanciamiento y frialdad.

Las cámaras captaron a Felipe VI y Letizia moviéndose con una estudiada coreografía, sin interactuar con el rey emérito ni con la reina Sofía, quienes también asistieron al funeral.

El gesto que más ha llamado la atención ha sido la falta de interacción visible entre Felipe VI y su padre.

Según varios medios, incluido Europa Press, se produjo un breve saludo entre Felipe VI y el rey emérito antes de la ceremonia, un estrechamiento de manos discreto que no fue captado por las cámaras.

Sin embargo, esta interacción mínima contrasta con las imágenes posteriores, donde Felipe y Letizia continúan su marcha sin dirigir una sola mirada a Juan Carlos I.

La actitud de Letizia: ¿Distancia intencionada?

Uno de los aspectos más comentados ha sido la postura de la reina Letizia.

Desde su llegada a la familia real, Letizia ha sido objeto de críticas por su aparente falta de cercanía con los Borbones.

En esta ocasión, su actitud ha vuelto a generar controversia, ya que no solo evitó cualquier gesto de cercanía hacia Juan Carlos I, sino que tampoco participó en el supuesto saludo entre su esposo y el rey emérito.

Para muchos, este gesto es una clara señal de que Letizia ha optado por mantener una distancia significativa con la familia de Felipe VI.

Pilar Eyre, periodista especializada en la monarquía, ha sido una de las voces que más ha criticado esta actitud, afirmando que la relación de Letizia con los Borbones es prácticamente inexistente.

Según Eyre, Letizia no solo evita cualquier tipo de interacción con la familia de su esposo en eventos privados, sino que parece estar cada vez más distanciada de ellos en actos públicos.

El rey emérito: problemas de movilidad y aislamiento

Las imágenes del rey emérito en el funeral de su sobrino han sido especialmente impactantes. Con visibles problemas de movilidad, Juan Carlos I necesitó la asistencia de su equipo de seguridad para desplazarse por el recinto.

A pesar de su frágil estado de salud, no hubo ningún gesto por parte de Felipe VI o Letizia que sugiriera una muestra de apoyo o cercanía hacia su padre.

Doña Sofía, por su parte, fue la única que acompañó a Juan Carlos I al salir de la iglesia, y ambos abandonaron juntos el lugar en el mismo vehículo, lo que resaltó aún más la aparente falta de atención por parte de Felipe y Letizia.

Este acto de Sofía ha sido interpretado como un intento de evitar que su esposo quedara completamente solo en un momento tan delicado.

El hecho de que Felipe VI y Letizia no se acercaran a saludar a su padre ni intercambiaran miradas durante la ceremonia ha dejado una sensación de frialdad que no ha pasado desapercibida para los medios ni para el público.

Aunque Europa Press insiste en que hubo un saludo previo, la falta de interacción visible ha reforzado las especulaciones sobre la mala relación entre padre e hijo.

¿Un problema institucional o familiar?

Las tensiones entre Felipe VI y Juan Carlos I no son nuevas, pero lo ocurrido en el funeral de Juan Gómez-Acebo ha puesto de manifiesto la distancia que existe entre ambos.

Este distanciamiento ha sido objeto de análisis por parte de los medios y expertos en monarquía, quienes se preguntan si se trata de un conflicto meramente familiar o si hay razones institucionales detrás de esta frialdad.

La figura de Juan Carlos I ha estado envuelta en polémicas desde su abdicación, y algunos sugieren que Felipe VI ha querido marcar una clara distancia con su padre para proteger la imagen de la corona.

Sin embargo, en un evento tan solemne como el funeral de un familiar cercano, muchos consideran que no habría habido ningún riesgo en mostrar una imagen de unidad y respeto hacia su progenitor.

Letizia, por su parte, ha sido criticada por no acompañar a su esposo en un gesto de reconciliación con el rey emérito.

Su aparente frialdad y su distancia con la familia Borbón refuerzan la idea de que la relación entre Letizia y los familiares de Felipe VI es prácticamente inexistente.

Algunos especulan que este alejamiento es deliberado y que responde a un acuerdo entre la pareja para mantener las apariencias en actos oficiales, mientras que en el ámbito privado cada uno sigue su camino por separado.

Ausencias notables: Leonor y Sofía

Otro aspecto que ha generado controversia ha sido la ausencia de las hijas de Felipe VI y Letizia, la princesa Leonor y la infanta Sofía.

A pesar de que Leonor, como futura reina de España, ya cuenta con una formación protocolaria, no asistió al funeral de su primo.

Esta ausencia ha sido vista como un desinterés por parte de Letizia en que sus hijas se involucren en los eventos familiares de los Borbones.

Algunos analistas han sugerido que Letizia prefiere mantener a sus hijas alejadas de la familia de su esposo, lo que refuerza aún más la idea de una división interna en la casa real.

La falta de presencia de Leonor en un acto de tal relevancia ha generado críticas, especialmente en un momento en el que la joven princesa debería estar tomando un papel más activo en la vida pública.

Conclusión: ¿Una ruptura irreversible?

El funeral de Juan Gómez-Acebo ha sido un reflejo de las profundas divisiones dentro de la familia real española.

Las imágenes de Felipe VI y Letizia caminando sin mirar atrás, mientras el rey emérito lucha por desplazarse con la ayuda de su equipo, han dejado una impresión duradera en la opinión pública.

Aunque algunos medios insisten en que hubo un breve saludo entre padre e hijo, la falta de interacción visible ha reforzado la percepción de que la relación entre Felipe VI y Juan Carlos I está más rota que nunca.

Por su parte, Letizia ha vuelto a ser objeto de críticas por su actitud distante, no solo hacia el rey emérito, sino también hacia el resto de la familia Borbón.

Esta situación plantea una pregunta inquietante: ¿es este distanciamiento un reflejo de un problema familiar o responde a una estrategia institucional para proteger la imagen de la corona?

En cualquier caso, lo ocurrido en el funeral de Juan Gómez-Acebo sugiere que las tensiones dentro de la familia real están lejos de resolverse, y que la imagen de unidad que la monarquía española necesita proyectar sigue siendo difícil de alcanzar.

Mira el vídeo a continuación: