Las exigentes actividades físicas demandan un alto nivel de preparación que la princesa Leonor no tiene

La princesa Leonor se encuentra en el centro de la polémica tras comentarios de algunos de sus compañeros en la Academia General de la Armada en Marín, Pontevedra, quienes aseguran que la joven ha estado saliendo de fiesta con frecuencia, lo que ha comenzado a afectar su rendimiento académico.

Según estos testimonios, la hija mayor de los reyes Felipe VI y Letizia estaría atravesando dificultades para mantener su nivel de estudios y, además, acumularía ya varios suspensos, particularmente en pruebas físicas, en una situación que recuerdan que ya ocurrió durante su paso por Zaragoza.

Leonor, de 19 años, comenzó su formación militar en Zaragoza, y al ingresar a la Academia General de la Armada en Marín, sigue el camino trazado por su padre como parte de su preparación para asumir algún día la jefatura de las Fuerzas Armadas.

No obstante, parece que las exigencias de esta etapa no han sido fáciles de sobrellevar para la joven.

Desde su llegada a Marín, varios de sus compañeros afirman que Leonor estaría priorizando su vida social y el disfrute de su tiempo libre, lo que le habría llevado a asistir a fiestas nocturnas y, en ocasiones, a presentarse a clase notablemente cansada.

Leonor presenta dificultades en el ámbito académico y físico

Una de las áreas en las que Leonor estaría enfrentando mayores problemas es en las pruebas físicas, donde ha acumulado una serie de suspensos que estarían ligados a su falta de descanso y dedicación.

Las exigentes actividades deportivas y físicas de la academia demandan un alto nivel de preparación y disciplina, su rendimiento ha sido insuficiente para aprobar varias de estas evaluaciones.

Además, aseguran que el bajo desempeño físico ha sido visible en otras pruebas de resistencia y habilidades, requisitos que son esenciales en la vida militar.

Por otra parte el cansancio ha comenzado a afectar su rendimiento en el aula, donde, según algunas versiones, se ha llegado a dormir en clase en más de una ocasión.

Esto habría llevado a que algunos profesores y personal de la academia muestren cierta preocupación por su rendimiento general, ya que el programa de formación militar es conocido por su dureza y no suele hacer excepciones en cuanto a los niveles de exigencia.

No es la primera vez que Leonor se descarrila

la princesa Leonor mostró cierto interés en conocer como es la vida nocturna de Segovia.

y le pidió una opinión a un compañero alférez de quinto curso, con quien entabló una conversación y preguntó directamente si conocía locales nocturnos para salir de fiesta en la ciudad.

Algo similar a lo que hacia en el pasado.

Esta situación no sería del todo nueva, ya que durante su estancia en Zaragoza, Leonor habría atravesado episodios similares, aunque en menor grado.

Su adaptación a la disciplina militar parece haber sido complicada desde el inicio de su formación, algo que no sorprende a quienes han seguido su trayectoria en la academia.

Los desafíos de adaptarse al ritmo de una formación estricta y regimentada contrastan con el estilo de vida más relajado que quizás estaba acostumbrada a llevar.