🔴 Felipe VI HUMILLA a Pedro Sánchez en París durante los Juegos Olímpicos 2024 y Leonor desata redes | HO

🔴 Felipe VI HUMILLA a Pedro Sánchez en París durante los Juegos Olímpicos 2024 y Leonor desata redes después de todo lo ocurrido con Dani Alcaraz y algún otro jugador de la Selección Española de Fútbol tras ganar la 4 Eurocopa para España ante Inglaterra en la final en Alemania de la Eurocopa 2024 antes de la celebración en Cibeles y después de reunirse con el Rey Felipe VI, con la Reina Letizia, con la Princesa Leonor y con la Infanta Sofía. Ahora y tras la inauguración de los Juegos Olímpicos, ha pasado esto en París 2024.

Pedro Sánchez hace esperar al rey Felipe y los haters se sulfuran

En el verano de 2024, durante los Juegos Olímpicos de París, la figura del Rey Felipe VI brilló con fuerza, contrastando notablemente con la del presidente del gobierno español, Pedro Sánchez. Este contraste no solo se percibió en el ámbito deportivo, sino también en el político y social, destacando la creciente distancia entre ambos líderes en la percepción pública.

El Rey Felipe VI, con su presencia en los eventos olímpicos, demostró una cercanía y simpatía hacia los deportistas que fue muy bien recibida. Desde su llegada a París, fue evidente el apoyo y el cariño que recibió tanto de los atletas como del público en general. Su trato afable, su disposición a compartir momentos con los deportistas y su capacidad para generar un ambiente de camaradería fueron destacados por muchos. Esta actitud no solo realzó su imagen pública, sino que también contrastó con la de Pedro Sánchez, quien en esos mismos días enfrentaba serias dificultades tanto en el ámbito político como en el judicial y familiar.

Mientras Felipe VI recibía elogios y muestras de afecto, Sánchez parecía estar cada vez más aislado. Su presencia en eventos deportivos se caracterizó por una fría recepción por parte de los atletas, quienes, según algunos informes, preferían evitarlo. Esto se evidenció de manera notoria durante la final de la Eurocopa, donde la figura del Rey fue claramente preferida sobre la del presidente del gobierno. La falta de sintonía entre Sánchez y el mundo del deporte fue un reflejo de su creciente impopularidad en otros ámbitos, agravada por su percepción de estar más preocupado por sus propias batallas políticas que por el bienestar del país.

Además, la situación familiar de Sánchez añadió otra capa de tensión. Su esposa, Begoña Gómez, enfrentaba una imputación judicial que ponía aún más presión sobre el presidente, afectando su imagen y la del Partido Socialista Obrero Español (PSOE). En contraste, la familia real, con la Reina Letizia y las hijas del Rey, especialmente la Princesa Leonor, mostraban una imagen de unidad y cercanía que resonó positivamente en la opinión pública.

La aparición de Leonor al volante de un coche tras obtener su licencia de conducir fue otro evento que capturó la atención de los medios y las redes sociales. Su imagen fresca y natural, acompañada por su hermana la Infanta Sofía, y la Reina Letizia, fue muy bien recibida, generando una ola de simpatía y apoyo en redes sociales. La Casa Real, a través de sus cuentas oficiales en plataformas como Instagram, experimentó un aumento significativo en seguidores y en la interacción con el público, lo que subrayó aún más la popularidad de la familia real en comparación con la decadente imagen del gobierno.

El malestar de Sánchez no se limitó a la esfera deportiva o familiar; en el ámbito político, la situación también era crítica. Se enfrentaba a un juicio potencial que podría agravar su ya delicada posición. Mientras tanto, su estrategia política parecía estar cada vez más desconectada de la realidad del país, con decisiones que algunos veían como desesperadas, como la aparente disposición a negociar con partidos separatistas para asegurar su continuidad en el poder. Esto solo aumentó la percepción de que Sánchez estaba dispuesto a sacrificar la unidad de España por su propia supervivencia política.

En resumen, el verano de 2024 marcó un punto de inflexión en la relación entre la Casa Real y el gobierno español. Felipe VI, con su comportamiento ejemplar y su capacidad para conectar con el pueblo, emergió como una figura de estabilidad y respeto, mientras que Pedro Sánchez, acosado por problemas en múltiples frentes, vio cómo su popularidad y apoyo se desmoronaban. La creciente distancia entre ambos líderes, simbolizada por la fría relación entre ellos, reflejó una situación política y social cada vez más tensa en España.

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