El 31 de octubre de 2023, la princesa Leonor, heredera al trono de España, juró la Constitución en una ceremonia solemne que fue retransmitida en directo por RTVE.

Este acto histórico recordó inevitablemente la jura de la Constitución de su padre, el entonces príncipe Felipe, en 1986.

Aunque ambos eventos se celebraron en el mismo lugar, el Congreso de los Diputados, y con una audiencia nacional siguiendo cada detalle, el contexto político y social que los rodea ha cambiado significativamente.

Jura de Leonor y de su padre Felipe VI: similitudes y diferencias

En 1986, España estaba bajo la presidencia de Felipe González, líder del PSOE, quien acompañó al joven príncipe Felipe en su compromiso con la Carta Magna.

González estaba en su primera legislatura, habiendo logrado una victoria aplastante en las elecciones generales de 1982 con 202 diputados, una mayoría absoluta histórica que no se ha vuelto a repetir en la democracia española.

Era un momento de consolidación democrática en España, con una monarquía joven y una sociedad en plena transformación tras el fin del franquismo.

La jura de la Constitución de Felipe fue una señal de continuidad en la modernización de España, un país que apenas se adaptaba a su nueva realidad democrática.

La televisión, dominada por RTVE, jugaba un papel crucial en la difusión de estos actos oficiales, siendo la principal ventana informativa para los ciudadanos.

En aquella época, las cadenas autonómicas de Cataluña, Euskadi y Galicia eran las únicas alternativas al canal estatal, reflejando un panorama mediático aún limitado.

Casi cuatro décadas después, el panorama político y mediático ha cambiado drásticamente.

En 2023, Leonor es la protagonista de una jura marcada por un contexto político más fragmentado.

El presidente en funciones, Pedro Sánchez, también del PSOE, asistió al evento con un apoyo parlamentario considerablemente menor que el de su predecesor González, con solo 121 escaños, 81 menos que los obtenidos en 1982.

Este declive en el apoyo se refleja en la necesidad de Sánchez de negociar su investidura con partidos independentistas, lo que subraya un escenario político mucho más complejo y polarizado que el de la década de los 80.

Además, la cobertura mediática del evento también ha experimentado un cambio radical.

A diferencia de la limitada oferta televisiva de 1986, hoy en día, los ciudadanos pueden seguir estos acontecimientos a través de una multitud de plataformas digitales, redes sociales y canales de televisión, tanto públicos como privados.

Este acceso inmediato y diversificado a la información no solo ha democratizado el consumo mediático, sino que también ha permitido una participación más activa del público en el discurso político.

La jura de la Constitución de la princesa Leonor en 2023 no solo es un reflejo de la continuidad de la monarquía española, sino también un indicativo de cómo España ha evolucionado en términos políticos, sociales y mediáticos.

Mientras que su padre, el Rey Felipe VI, juró lealtad a la Constitución en un periodo de consolidación democrática y estabilidad política, Leonor lo hace en un momento de mayor incertidumbre y cambio.

Este contraste resalta no solo la resiliencia de la institución monárquica, sino también la capacidad de adaptación de España ante los desafíos del siglo XXI.