La Reina Isabel II dijo que Donald Trump era ‘muy grosero’: Se revela una sorprendente afirmación en un nuevo libro que también informa que la difunta monarca creía que el ex presidente de EE.UU. debía tener un ‘acuerdo’ con su esposa Melania.

La reina Isabel consideró a Donald Trump “muy grosero”, según afirma una nueva y sensacional biografía de la fallecida monarca.

Se dice que a la soberana, que recibió al ex presidente estadounidense dos veces durante su reinado, “le disgustaba particularmente” la forma en que él miraba por encima de su hombro, como si “buscara a otros más interesantes”.

También reflexionó sobre su relación con su esposa Melania y dijo que creía que debían tener “algún tipo de acuerdo”.

Las sorprendentes afirmaciones las hace Craig Brown en su nuevo libro, A Voyage Around The Queen, que se está publicando por entregas en el Daily Mail..

Según él, la conversación tuvo lugar durante un almuerzo “semanas después” de una de las visitas de Trump.

La reina Isabel II se sienta con Donald Trump en un evento para conmemorar el 75 aniversario del desembarco del Día D, en Portsmouth, el 5 de junio, durante la visita de estado del entonces presidente.

Trump es fotografiado con la Reina y su esposa Melania en un banquete de estado celebrado en el Palacio de Buckingham en junio de 2019.

La reina Isabel y Donald Trump aparecen en la foto inspeccionando la Guardia de Honor en el Castillo de Windsor en julio de 2018. El expresidente dijo que conocer a la difunta monarca fue uno de los momentos más destacados de su mandato.

En su última entrega de la serie de hoy, Brown escribe: ‘A lo largo de su reinado, Su Majestad entretuvo a muchos líderes extranjeros controvertidos, incluidos Bashar al-Assad, Robert Mugabe, Idi Amin, Donald Trump, el emperador Hirohito y Vladimir Putin .

‘Es posible que no haya encontrado agradable su compañía; al partir, es posible incluso que haya expresado alguna discreta palabra de desaprobación.

‘Unas semanas después de la visita del presidente Trump, por ejemplo, le confió a un invitado a un almuerzo que lo encontraba “muy grosero”: le desagradaba particularmente la forma en que no podía dejar de mirar por encima de su hombro, como si buscara a otros más interesantes.

‘Ella también creía que el presidente Trump “debe tener algún tipo de acuerdo” con su esposa Melania, o de lo contrario ¿por qué habría seguido casada con él?

Por su parte, Donald Trump se mostró convencido de que había sido su invitado favorito. “Hay quienes dicen que nunca han visto a la Reina pasar un momento mejor, un momento más animado”, declaró más tarde a la cadena estadounidense Fox News.

El Palacio de Buckingham no ha hecho comentarios sobre esta afirmación ya que, por convención, no hacen comentarios sobre libros o biografías en general.

El fascinante relato sin duda será un duro golpe para Trump, quien actualmente busca la reelección como presidente.

Adoraba a la reina Isabel y ha hablado abiertamente de su admiración por ella personalmente y por su sentido del deber.

Melania Trump, la reina Isabel y Donald Trump sonríen durante una reunión en el Castillo de Windsor en julio de 2018

La visita de Trump en 2018 estuvo plagada de controversias, con manifestantes en las calles de Londres y un ‘dirigible bebé’ gigante, un globo que representa a Trump cuando era un bebé, al que se le permitió flotar en el aire.

Donald Trump y Melania caminan desde el Quadrangle en Windsor después de inspeccionar la Guardia de Honor en 2018

Memorablemente, el señor Trump caminó repetidamente delante de ella mientras inspeccionaban la guardia de honor, dejándola atrás.

Lo conoció por primera vez en 2018, un año después de que fuera investido como el 45º presidente de Estados Unidos.

La visita estuvo plagada de controversias, con manifestantes en las calles de Londres y un gigantesco “dirigible bebé” -un globo que representa a Trump cuando era un bebé- al que se le permitió flotar en el aire.

Como resultado de su toxicidad política, no fue una “visita de estado”, sino que se clasificó como una “visita de trabajo”, lo que significó poca pompa y boato y ningún banquete de estado.

Su reunión con la Reina, en cambio, tuvo lugar durante un té en el Castillo de Windsor, en ausencia de otros miembros de alto rango de la realeza, aunque sí contó con la inspección de una guardia de honor.

Memorablemente, se dice que Trump hizo esperar a la monarca, que entonces tenía 92 años, durante diez minutos bajo un calor de 27 °C (80 °F) y caminó repetidamente delante de ella mientras inspeccionaban la guardia de honor, dejándola atrás.

Luego se detuvo bruscamente y la obligó a hacerse a un lado para ponerse a su lado.

Sin embargo, el presidente Trump logró realizar su tan esperada visita de Estado el año siguiente.

Trump y la Reina fueron los primeros en entrar al banquete de Estado en el Palacio de Buckingham en 2019.

Saludos: Trump e Isabel II chocaron sus copas después de pronunciar sus discursos. El presidente suele beber jugo de uva blanca en este tipo de actos, mientras que la reina bebió agua.

Trump sonríe con la reina Isabel II después de elogiarla como una “gran, gran mujer” durante el banquete. Trump dijo que hablaron toda la noche

Trump dijo sobre el evento: “Me senté a su lado y hablamos toda la noche. Y alguien dijo: ‘Nunca la habíamos visto sonreír tanto. Nos lo pasamos genial. Ella se reía y sonreía'”.

Durante el evento, el presidente elogió a la Reina en un discurso entusiasta y luego se unió al resto de la sala colocando su mano sobre su corazón mientras escuchaba God Save The Queen.

Trump y la reina juntos antes del banquete. Donald Jr. aparece detrás del príncipe Carlos y el príncipe Michael de Kent aparece de pie al fondo.

Donald Trump y Melania Trump caminan con la reina Isabel hacia la Sala de Música para un banquete de Estado en el Palacio de Buckingham, el 3 de junio de 2019

Donald Trump, la reina Isabel II, Melania Trump, el príncipe Carlos y Camilla posan para los medios antes del banquete de Estado de 2019

Se mostró claramente en su mejor momento, decidido a no hacer el ridículo delante de su anfitrión. A cambio, la Reina invitó a sus cuatro hijos y a sus esposas al banquete de Estado.

El viaje transcurrió sin problemas hasta que él hizo un brindis elogiándola como una “gran, gran mujer” y colocó su mano en su espalda, rompiendo el protocolo.

El señor Trump también se unió a la Reina en un evento en Portsmouth para conmemorar el 75º aniversario del desembarco del Día D.

Más tarde, alardeó ante Fox News de su “gran relación con la Reina”, diciendo: “Estábamos riéndonos y divirtiéndonos. Y su gente dijo que no se había divertido tanto en 25 años”.

‘Luego me criticaron por eso porque decían que nos estábamos divirtiendo demasiado… Siento que la conozco muy bien y ella ciertamente me conoce muy bien en este momento, pero tenemos una muy buena relación con el Reino Unido’.

Fuentes del Palacio de Buckingham dijeron que era un invitado “modelo”, educado y encantador con el personal.

Trump, fotografiado con Melania y la Reina en el Palacio de Buckingham en junio de 2019

Se ve a Trump saludando a la reina Isabel durante un viaje a Londres en junio de 2019

La visita de estado del 3 de junio de 2019 incluyó un recorrido por la colección real en el Palacio de Buckingham.

La visita de Estado de tres días del presidente Trump en junio de 2019 incluyó un almuerzo con la Reina y una visita al Banquete de Estado en el Palacio de Buckingham.

Cuando murió la reina Isabel, emitió una declaración en la que decía: “Melania y yo estamos profundamente entristecidos al enterarnos de la pérdida de Su Majestad la Reina Isabel II”.

Dijo que él y su esposa “siempre recordarán con cariño el tiempo que pasaron juntos con la Reina y nunca olvidarán la generosa amistad de Su Majestad, su gran sabiduría y su maravilloso sentido del humor”.

Añadió: “¡Qué gran y hermosa dama era, no había nadie como ella! Nuestros pensamientos y oraciones estarán con el gran pueblo del Reino Unido mientras rinden homenaje a su vida tan significativa y a su excepcional servicio”.

La ex asesora de la Casa Blanca Fiona Hill escribió más tarde que Trump estaba “impresionado” por la Reina y vio una reunión con ella como una señal de que “había tenido éxito en la vida”.

Dijo que a menudo se refería en la conversación a su madre, Mary Anne MacLeod, que era originaria de Escocia, y a su admiración por el monarca.

En una entrevista previa a su primer encuentro, también dijo: “Tengo muchas ganas de conocerla. Creo que representa muy bien a su país”.

Trump aparece en la foto con la Reina durante las conmemoraciones por el 75 aniversario del desembarco del Día D en Portsmouth en junio de 2019. Dijo que se llevó “de maravilla” con la difunta monarca durante su viaje de 2019 al Reino Unido.

Trump se sentó con la Reina en Portsmouth, Inglaterra, una famosa ciudad de la Marina Real durante las conmemoraciones por el 75 aniversario del desembarco del Día D en 2019.

La Reina y el Príncipe Carlos compartieron un momento con los Trump antes de reunirse con los veteranos en 2019

“Si lo piensas, durante tantos años ha representado a su país y nunca ha cometido un error. No ves nada vergonzoso. Es una mujer increíble”.

Cuando el entrevistador Piers Morgan le preguntó más tarde si tenía la sensación de que a ella le gustaba, dijo: “Bueno, no quiero hablar por ella, pero puedo decirte que me gustaba. Por lo general, eso ayuda. Pero me gustaba mucho”.

La difunta Reina fue famosa por su discreción durante su reinado, donde su estilo único de “diplomacia blanda” fue utilizado por sucesivos gobiernos con gran efecto.

Y durante mucho tiempo ha sido una parte orgullosa de su legado que nadie sepa mucho de lo que ella pensaba sobre algo o alguien.

Sin embargo, en 2016, el Palacio de Buckingham reaccionó con enojo por una conversación filtrada en la que se afirmaba que ella “apoyaba el Brexit”.

Se quejaron de una noticia en el periódico The Sun que afirmaba que ella le dijo al ex líder liberal demócrata Nick Clegg en un almuerzo en 2011 que pensaba que Europa iba en la dirección equivocada.

Un mortificado David Cameron también se vio obligado a disculparse en 2014 después de decirle al ex alcalde de Nueva York Michael Bloomberg que ella “ronroneó” cuando él le informó que Escocia había votado en contra de la independencia.

Dijo que se sentía “extremadamente apenado y muy avergonzado” por confirmar públicamente su alegría por el resultado del referéndum sobre si Escocia debería permanecer en el Reino Unido.

Sus comentarios, que deberían haber permanecido privados, fueron captados por un micrófono.