La tensión entre la influencer y su madre no es ninguna novedad, pero esta vez las cosas han llegado a un punto de no retorno

Gtres

La bomba ha estallado en el clan Suescun-Galdeano, y la situación pinta bastante fea. Hace solo unos días, la relación entre Sofía Suescun, su madre Maite Galdeano y su pareja Kiko Jiménez saltó por los aires.

Todo comenzó cuando Maite protagonizó un altercado en la casa de su hija que acabó con la intervención de las autoridades. Desde entonces, Maite se ha visto obligada a mudarse a su casa de Murcia, mientras Sofía y Kiko cambiaban las cerraduras para mantenerla a alejada.

Este escándalo familiar ha sacado a la luz viejas palabras de Jorge Javier Vázquez que, escuchadas ahora, parecen más proféticas que nunca.

La historia se remonta a la noche en la que Kiko fue expulsado del reality. Durante su estancia en la casa de Guadalix, Kiko había tonteado con Estela Grande, lo que no pasó desapercibido para nadie, mucho menos para Sofía.

La pareja y Jorge Javier tuvieron un descuentro en el pasado

Sin embargo, lo que sorprendió más a Jorge Javier no fue el comportamiento de Kiko, sino la actitud que Sofía estaba mostrando ante la situación.

Lejos de ser la mujer guerrera y sin pelos en la lengua que todos conocían, Sofía se mostraba extrañamente tranquila y conciliadora, algo que el presentador no pudo ignorar.

En pleno directo, Jorge Javier se dirigió a Sofía con una franqueza que solo él sabe gestionar: “No te reconozco, últimamente. De verdad, la Sofía que conocía no tiene absolutamente nada que ver con la Sofía que eres desde que estás con Kiko.

Para mí, la Sofía de ahora es una mujer adicta al ovillo, a la madeja y al enredar, pero poco aclarar”.

Maite ha cargado contra Sofía Suescun y su pareja

Kiko, en su intento por defender la relación, respondió rápidamente: “Reconoce que desde que está conmigo la ves más tranquila y más madura”.

Pero Jorge Javier no dudó en lanzar un veredicto que ahora cobra un nuevo sentido: “Kiko, yo no sé qué pasa, desde que está contigo está más apagada, está en una relación en la que su personalidad se está consumiendo”.